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El Athletic no ha decidido el sentido del voto que emitirá hoy en la crucial asamblea de la Liga en la que 42 clubes resolverán si aceptan el acuerdo entre Javier Tebas y el fondo de inversión CVC que quiere inyectar 2.700 millones a ... repartir entre todas los equipos profesionales. El trato consiste en que la Liga cede los derechos sobre el 11% de su negocio durante 50 años a cambio de 2.668 millones. Ese dinero se destinaría a préstamos a devolver por los clubes en cuatro décadas sin intereses.
Tebas necesita dos tercios de los sufragios para sacar adelante su proyecto. Fuentes de la Liga daban ayer por hecho que se impondrá pese a la radical oposición del Barcelona y Real Madrid, desde donde Florentino Pérez ha anunciado querellas contra Tebas y el fondo CVC. El club blanco entiende que el plan «regala a unos inversores el futuro de 42 clubes» durante 50 años. El presidente de ACS ha hecho cuentas: en el mejor de los escenarios -incremento de un 10% anual de los derechos vendidos-, el fondo británico multiplicaría por 100 su inversión, hasta los 212.000 millones. En un supuesto conservador -crecimiento anual del 3%-, acabaría recibiendo diez veces más, 21.300 millones. Madrid y Barça ponen ante los otros conjuntos el ejemplo de la Bundesliga y la Serie A, que rechazaron a CVC. Los partidarios del trato resaltan que esta financiación llega el rescate de unas entidades muy tocadas por las consecuencias del covid.
La junta rojiblanca enviará al cónclave al hombre fuerte del área económica, Jon Ander de las Fuentes, y a su director general, Jon Berasategi. Los emisarios del Athletic escucharán los argumentos de Javier Tebas, de los clubes que se oponen de forma frontal al proyecto, del resto de entidades y plantearán varias cuestiones antes de decidir. Las fuentes de la Liga consultadas por EL CORREO indicaron que a Ibaigane le corresponderían 117 millones de ese fondo -a 39 millones por cada una de las próximas tres temporadas-, la misma cantidad que el Valencia y dos millones menos que el Sevilla. Cada equipo puede destinar el 70% del dinero a infraestructuras, un 15% a hacer frente a deudas provocadas por el covid y el 15% restante a jugadores.
117 millones, a 39 por cado año durante tres, es la cantidad máxima para el Athletic
En el caso rojiblanco, 81,9 millones irían a infraestructuras, inyección que no necesita el club porque ya construyó el nuevo San Mamés y tiene en marcha la reforma de Lezama. Otros 17,55 serían para hacer frente a las deudas covid, que el presidente Aitor Elizegi cuantificó en 50 millones, aunque la junta cree que encontraría financiación muy favorable en el mercado. El resto, otros 17,55, son para gastos de plantilla, un extra que el club no necesita porque tiene bien cubiertas las amortizaciones de jugadores y no precisa aumentar su límite salarial.
Desde que la pasada semana se dio a conocer el plan, el Athletic guarda silencio, aunque ha mantenido una comunicación permanente con la Liga, con el Real Madrid (que encabeza el frente del no), clubes partidarios, el fondo CVC y consultoras de prestigio a las que se han solicitado informes. Sin embargo, existen incógnitas que la Liga no ha aclarado a Ibaigane ni al resto de los equipos. La principal es: ¿qué sucederá si no se coge nada o solo parte del dinero a su disposición? ¿Eso supone alguna ventaja en forma de una cantidad que queda a disposición para el futuro o no? Sin respuesta.
Hay otra cuestión que Ibaigane ve con escepticismo. ¿Tiene sentido que llegue este chorro de millones a 15 días del cierre del mercado? Ese dinero para fichas es un salvavidas para clubes apurados con el límite salarial, como Levante, Betis o Barcelona, pero al club rojiblanco no le supondrá ninguna ventaja.
La junta asume que si se aceptara el préstamo de CVC debería llevarlo a la asamblea de compromisarios. Los Estatutos exigen la aprobación de ese órgano cuando se «toma dinero a préstamo por encima del 40% del presupuesto». Por tanto, habría que esperar a lo que digan los representantes de los socios en octubre antes de poder acceder al dinero de la Liga.
La Federación mostró ayer su postura totalmente en contra del pacto alcanzado entre la Liga y el fondo inversor CVC para inyectar 2.700 millones de euros al fúltbol español al considerarlo «totalmente ilegal». «En cuanto a los acuerdos entre la Liga y CVC relacionados con los derechos audiovisuales de los clubes y sociedades anónimas deportivas, la RFEF debe manifestar su oposición. Y el acuerdo acrecienta la desigualdad e imposibilita de una manera capital y definitiva una evolución razonable del formato de la competición de fútbol profesional en España. Además, olvida a los clubes que disputan competiciones no profesionales».
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