El Athletic cumple y hace el pasillo

La Real tenía así un gesto con el Athletic, del que ha resaltado que ha demostrado una indiscutible elegancia pese a su tremendo dolor por perder en La Cartuja. El comportamiento bilbaíno fue señorial tanto al acabar la final como en la ovación que dedicó este miércoles a los blanquiazules al volverse a ver tres días después en Liga.

Los rojiblancos han cumplido con lo prometido y con los códigos del fútbol. Sus once titulares, los mismos que en Sevilla, saltaron al campo poco antes que la Real, se colocaron en dos filas y aplaudieron a los blanquiazules cuando saltaron al campo. Junto a los jugadores se situó su entrenador, Marcelino, acompañado por Rubén Uría, su segundo; e Ismael Fernández, el preparador físico.

Oyarzabal encabezó el grupo realista. Saludó a todos los rojiblancos situados a su derecha. A su lado iba Remiro, quien se mofó de Williams en la celebración. Pasó por el medio y sólo chocó la manos con uno de sus excompañeros, Muniain.

El Athletic no tuvo el más mínimo problema en honrar como es debido al campeón de Copa. Aunque Imanol dijo que el comportamiento rojiblanco en La Cartuja fue tan elegante que les eximía de un nuevo gesto, el equipo bilbaíno anunció por medio de su entrenador, Marcelino, que irían hasta el final. Así fue.

Con un Athletic exquisito en su derrota y una Real elegante en su celebración, la nota discordante la puso un grupo de hinchas que envió una banda de mariachis al hotel Aranzazu, al que el equipo rojiblanco llegó antes del partido.

Pagaron 300 euros por un grupo que cantó rancheras como 'Llorar y llorar' o 'El rey'. A la Real Sociedad no le hizo gracia alguna la maniobra de esos seguidores. Desde el club donostiarra mostraron su desagrado por la iniciativa e indicaron haber pedido «sacar» a los mariachis.