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«Estamos jugando más alegres, tomando la pelota y asumiendo más riesgos. Todo a la vez no se puede. Si atacas más, recibes más». Gaizka Garitano analizó ayer de esta forma la mutación que vive su equipo en pretemporada. Ha pasado de destacar por ... su firmeza defensiva y lamentar falta de pegada a todo lo contrario.
Los números son muy claros. El Athletic ha marcado en sus cinco partidos de la fase de preparación, pero ha concedido goles en cuatro de ellos. El balance de dianas es llamativo, 14. Es verdad que seis son ante un Segunda B (Arenas), pero hay que destacar que ha marcado muchos goles a todos sus rivales de Primera, tres al Panderborn, dos al Borussia Monchengladbach y dos al West Ham.
«Hay que matizar algunas cosas defensivas. Nos han marcado dos goles en dos errores nuestros», pidió Ander Capa. «No podemos perder que somos un equipo que encaja pocos goles. No podemos dejar de ser un equipo fiable en defensa», resolvió el entrenador.
«Queremos salir jugando desde atrás. Eso supone arriesgar a que tengamos algún fallo», mantuvo Ander Capa. La apuesta del London Stadium apunta a un once que puede ser muy parecido al de la primera jornada con la incorporación de Íñigo Martínez por Unai Núñez. Todo ello si Yeray supera el golpe en el hombro que le hizo retirarse ayer.
Los dos laterales parecen claros, Yuri a un lado y Capa al otro. El entrenador les ha pedido que conecten con los centrocampistas y que se incorporen con frecuencia al ataque. Ayer el zarauztarra tuvo en la segunda parte una de las mejores ocasiones del Athletic. Capa, por contra, no estuvo tan activo arriba. «Me cuesta coger la dinámica. Siempre me ha sucedido. No sé ni cómo explicarlo. A cambio me dicen que acabo bien las campañas», dijo el portugalujo.
En esa formación aparece Unai López, un jugador al que el entrenador demanda mayor sacrificio defensivo. «Es lo que me toca hacer», admitió. El centrocampista lucha por el sitio con Beñat y con Sancet atento a quedarse con la plaza. Detrás suyo Dani García parece indiscutible. Unai López protagonizó el primer gol. Fue franco al explicar lo sucedido. No se lo quiso atribuir. «Disparo a bulto, el rival no consigue despejar y entra», explicó tras el partido.
Las perspectivas son buenas en este momento para el donostiarra. Pero mira atrás y recuerda lo que sucedió la pasada campaña. Entonces también arrancó como titular para desaparecer al poco y tener tan pocos minutos que en enero intentó sin éxito regresar al Rayo Vallecano como cedido. «Hay que estar tranquilo. El año pasado también parecía que habían cambiado las cosas y fue un año duro».
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