El Athletic apuesta fuerte por Núñez, que rechaza la primera oferta de renovación

Ibaigane tiene claro que el central es una pieza valiosa, joven y con enorme proyección. El canterano no termina de hacerse con un hueco en el once de Gaizka Garitano, quien apuesta por la pareja formada por Iñigo y Yeray, pero siempre rinde a un gran nivel cuando se le necesita. De ahí que Ibaigane se haya puesto manos a la obra y maneja un contrato que mejoraría de forma sustancial sus actuales emolumentos. No ha habido fumata blanca, pero las negociaciones se reanudarán antes de que termine el año y se confía en llegar a un punto de entendimiento.

No es ningún secreto que el portugalujo es seguido con lupa por varios equipos europeos. El último en ponerse en la fila ha sido el Arsenal de Unai Emery, que sigue así los pasos de Crystal Palace y Watford, entre otros. Su precio de salida es perfectamente asumible para los 'gunners' y otros clubes que le observan de cerca. Pero el Athletic está decidido a blindarle y asegurarse su continuidad, al igual que hizo con Yeray. En febrero, el club anunció la renovación del baracaldés hasta 2026 y una cláusula de 70 millones. Terminaba contrato en 2022, pero Ibaigane no quería esperar y acorazó al jugador con una cantidad importante. Es justo la operación que pretende repetir con el portugalujo, que tiene rubricado un compromiso de larga duración pero su carta de libertad es fácilmente ejecutable.

El Athletic sabe que los 30 millones son un escudo poroso ante la voracidad de los equipos pudientes, sobre todo ingleses. El central rubricó su última renovación el 30 de octubre de 2017. Había tirado la puerta abajo y convencido a José Ángel Ziganda. El club reaccionó y le ató hasta 2023 con una cláusula que, a día de hoy, no aguantaría el empuje de muchos conjuntos europeos. De hecho, es la más baja de la plantilla junto a las de Mikel Vesga e Iñigo Córdoba, aunque en el caso de este último se recoge la posibilidad de subirla hasta los 40.

Lo que quiere el central es jugar. Fue titular contra Barcelona y Getafe por la baja de Iñigo, y con el regreso del de Ondarroa volvió al banquillo. Salió de nuevo en Leganés para dar relevo a Yeray y ya no ha vuelto a competir. Tres hombres de garantías pelean por dos puestos y, por ahora, le toca esperar a Núñez. También aguarda la mesa negociadora, en la que ambas partes volverán a abordar el futuro de uno de los jugadores con más proyección de la plantilla.