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El Athletic impondrá una política de tolerancia cero a los aficionados que causen incidentes en San Mamés y en los desplazamientos del equipo, pero también castigará a quienes cooperen con ellos facilitándoles entradas o prestándoles el carné en lo que constituye una de las decisiones ... más drásticas para intentar erradicar los comportamientos violentos en el fútbol.
Mientras la UEFA observa con lupa a la entidad rojiblanca después de los graves altercados registrados el jueves en el Olímpico de Roma, donde radicales de Herri Norte lanzaron bengalas al césped y a una grada ocupada por aficionados locales, el club ha actuado con rapidez con la publicación de un comunicado en el que avisa que perseguirá «cualquier acto de naturaleza racista, xenófoba o intolerante». Será implacable por tanto no sólo con los hinchas que demuestren actitudes agresivas en el campo, sino también con quienes expresen su odio al diferente con gritos despectivos o con mensajes hirientes en pancartas y carteles.
©️ De Marcos & I. Williams.
— Athletic Club (@AthleticClub) September 26, 2024
Hau bada gure estiloa. Este sí es nuestro estilo.#RomaAthletic #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/TNl9HWP8oj
El presidente, Jon Uriarte, y sus directivos son conscientes de que lo sucedido en la Ciudad Eterna, constatado en unas imágenes que han dado la vuelta al mundo en plena reaparición de los grupos ultras en el Viejo Continente, ha dañado la imagen de la institución y también de su hinchada. Desde la premisa de que la conducta «de una decena de individuos que no nos representan» no puede manchar al resto de seguidores –«un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto»–, la entidad se ha embarcado en una cruzada sin precedentes contra los radicales y contra quienes les ayuden a acceder a los estadios.
50 ultras
del Athletic se desplazaron al Olímpico el pasado jueves con motivo del primer partido de su equipo en la Europa League, frente a la Roma. Se unieron a ellos radicales del Girondins de Burdeos
Todo ello con el objetivo de fomentar un entorno seguro tanto en La Catedral como en cualquier viaje y evitar que se repitan en el futuro episodios bochornosos como el vivido en Roma, donde el comportamiento de unos pocos empañó la conducta ejemplar de más de 2.600 aficionados antes, durante y después del partido. La reacción del Athletic se produce en vísperas del primer partido en Bilbao de la Europa League, mañana ante el AZ Alkmaar a las nueve de la noche, y la temporada en la que San Mamés acogerá la final de esta competición el 21 de mayo en un acontecimiento de máxima proyección internacional.
El espíritu de la reflexión interna en los despachos de Ibaigane es idéntico al de la nota difundida apenas una hora después de la conclusión del encuentro en el Olímpico. Va en consonancia también con las reprimendas en el propio estadio a los ultras tanto de Ernesto Valverde como de los capitanes, Óscar de Marcos e Iñaki Williams. Y con lo que manifestó Uriarte en los prolegómenos del choque liguero ante el Sevilla, donde anunció el compromiso del Athletic para acabar con la lacra de la violencia en el fútbol.
Pero, a diferencia de la inacción de los últimos años cuando se producían actos violentos y escenas de intolerancia que con el paso del tiempo quedaban en el olvido, esta vez se ha pasado de la palabra a los hechos con mensajes contundentes y medidas categóricas que buscan la expulsión de los culpables y también de sus eventuales colaboradores, sean socios o no. El Athletic intenta zanjar el problema de raíz con la confianza de que el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA lo tenga en cuenta cuando concluya su investigación sobre los incidentes en Roma. La directiva asume una multa como mal menor, pero teme que los dirigentes de ese organismo sumen a la sanción económica la prohibición de distribuir entradas entre la hinchada de cara a un próximo desplazamiento europeo. La siguiente salida es en noviembre ante el Ludogorets búlgaro y, ya en diciembre, el equipo viajará a Estambul para verse las caras con el Fenerbahçe.
El club colabora estos días con las autoridades para identificar a los alborotadores del Olímpico y garantizar que se apliquen las «sanciones correspondientes». Desde ahora lo hará siempre que personas vinculadas a la entidad rojiblanca participen en actos violentos o estén involucradas en sucesos «de naturaleza racista, xenófoba o intolerante». En el caso de que los radicales desplazados a la capital italiana sean socios o socias, el Athletic facilitará la información recopilada a la Comisión de Disciplina «para la adopción de las sanciones que establecen los Estatutos». También se enviarán a este organismo interno todos los datos recabados sobre aficionados que sean propietarios de un carné y que hayan colaborado con los violentos. Por ejemplo, «facilitando entradas para su acceso» al Olímpico. «Quien arroja una bengala al público, al campo o a periodistas, o coopera y colabora con quien lo hace, no cabe en el Athletic», advierte la junta directiva.
Se daba por hecho que la institución actuaría contra los responsables de los graves incidentes registrados en la Ciudad Eterna. Sin embargo, establecida con claridad la línea sancionadora por este vergonzoso episodio, va más allá al establecer medidas preventivas y coercitivas muy contundentes. El club impedirá el acceso a San Mamés y a las instalaciones de Lezama a los involucrados en los altercados que no sean socios durante un período mínimo de cinco años, «que podrá ser superior, incluso de por vida, en función de la gravedad de los hechos cometidos». Y vetará la compraventa de entradas para los partidos que se disputen fuera de Bilbao a los radicales, tanto si son socios como si no, también durante al menos un lustro. Se castigará asimismo la reincidencia. Si alguien ha sido sancionado e inclumple lo establecido en el reglamento de sanciones, se le prorrogará de inmediato el castigo y aumentarán por tanto los años que tendrá prohibido el acceso a SanMamés y a los campos de entrenamiento.
Esta 'condena' añadida será extensible a quienes cooperen con los sancionados para que incumplan las medidas o eludan su aplicación, como por ejemplo facilitándoles entradas o cediéndoles el carné para que accedan a La Catedral. Hay otra importante novedad en las medidas adoptadas por el club para poner coto a la violencia y a actitudes de desprecio y humillación a los rivales y a sus aficionados. Según anunció en el comunicado, reclamará a los responsables de los incidentes las consecuencias económicas derivadas de su actitud, en alusión a eventuales multas «y a otros daños y perjuicios». La Liga ha castigado en varias ocasiones a la entidad rojiblanca por cánticos ofensivos a los adversarios. La junta consiguió frenarlos al final de la pasada temporada, pero ha vuelto a reproducirse en la campaña en curso.
«El Athletic reitera su compromiso con la tolerancia cero hacia cualquier tipo de violencia y seguirá trabajando con las autoridades para asegurar que nuestras gradas y las gradas visitantes a las que nos desplacemos para apoyar al equipo sean un ejemplo de convivencia, respeto y deportividad», subrayó el club. La primera prueba será mañana mismo, con la visita del AZ Alkaard en la segunda jornada de la Europa League. El partido no ha sido considerado de alto riesgo, pero el Departamento de Seguridad ha optado por asumirlo como tal y triplicará el número de ertzainas desplegados en el campo. Habrá trescientos frente a los cien habituales.
1. Actos delictivos. Cuando el autor o autores sean socios, el club enviará la información a la Comisión de Disciplina, que se basará en los Estatutos para sancionar. También se actuará contra quienes colaboren con los autores de los hechos facilitándoles entradas para acceder al estadio. Como por ejemplo a Herri Norte en Roma. El castigo puede ser la retirada de su condición de socio.
2. Si el autor no es socio. La actuación del club rojiblanco tiene una variante significativa cuando la persona denunciada no tenga la condición de socio o socia. En ese caso, se le impedirá el acceso a San Mamés y Lezama y la compra de entradas para un partido fuera de Bilbao por un periodo mínimo de cinco años. En función de la gravedad de los hechos, el castigo podrá ser superior e incluso de por vida.
3. Apoyo a los infractores. Quienes cooperen con autores de hechos denunciables para que incumplan las medidas o eludan su aplicación (como, por ejemplo, facilitar una entrada o ceder un carnet para acceder a un partido) también responderán por este hecho y se les aplicarán las mismas medidas (de prohibición de acceso y de venta de entradas) que ayudaron a eludir durante el mismo periodo de tiempo.
4. Reparación de daños. El Athletic se prepara para recibir una dura sanción por parte de la UEFA. Será una multa económica y, probablemente, no se le facilitará entradas para que sus hinchas acompañen al equipo en alguno de sus partidos europeos fuera de casa. El club reclamará a los autores de los incidentes las consecuencias económicas de su actuación (sanciones, así como cualesquiera otros daños y perjuicios).
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