El 1x1 del Mallorca-Athletic: Vivian, el mejor

Tres goles encajados no son un buen síntoma para el guardameta rojiblanco, aunque Simón poco pudo hacer en ellos. El primero un penalti donde aguantó todo lo que pudo, el segundo un remate cruzado de Ángel y el tercero con la mala fortuna de que el balón rebotó en su cabeza.

No le salió nada al central en su regreso a la titularidad. Tras un inicio dubitativo, erró de forma clara en el penalti a Maffeo y a partir de ahí tuvo siempre presente esa jugada hasta que Marcelino decidió cambiarle en el descanso, colocando en su lugar a Balenziaga.

En ausencia de Iñigo Martínez, le tocó ejercer de líder de la zaga y apagar todos los incendios, primero con Nuñez a su lado y en la segunda parte con Balenziaga. Sufrió ante la corpulencia de Muriqi, al que no pudo frenar en la jugada del tercer gol del Mallorca.

Muchos problemas en el lateral izquierdo durante la primera parte. La presencia de Kubo y Maffeo le dieron la noche, hasta que Marcelino le colocó como central. En su nueva ubicación, a la sombra de Vivian y con Yuri en la izquierda, se le vio más cómodo y protegido.

Otro que vivió un partido complicado. Volvió a jugar por la derecha ante la ausencia de De Marcos y la movilidad de Ángel no le dio tregua. Trató de estirarse en la segunda parte con Berenguer por delante en su zona, pero no estuvo acertado.

Mantuvo la titularidad en el centro del campo, pero no fue capaz de dar consistencia y ritmo al equipo. Tuvo errores en el pase y se le vio superado por la actitud de Ruiz de Galarreta y Salva Sevilla en el Mallorca. Fue reemplazado en la segunda parte.

Marcelino le llevó a la banda derecha, en lugar de Berenguer, pero Zarraga pierde protagonismo cuando queda desplazado de su zona natural. Sufrió ante Dani Rodríguez. En la segunda parte fue al centro y estuvo mejor, aunque sin gran incidencia en el juego.

Su partido no tuvo nada que ver con el rendimiento habitual de la temporada. Puede que la acumulación de esfuerzos le haya pasado factura y necesite un descanso, pero lo cierto es que Dani García apenas tuvo incidencia en el partido y eso se dejó sentir en la parcela de contención.

El capitán del Athletic quiso estar en todas partes cuando el Athletic se vio por detrás en el marcador, pero se enredó en conducciones y estuvo siempre especialmente vigilado por sus rivales. Eso sí, puso el centro del empate y siempre deja algún detalle de su calidad.

De más a menos. Empezó metido en el partido y se encontró con un regalo de Sergio Rico que Raúl García no pudo aprovechar. Poco a poco perdió presencia en el ataque hasta que Marcelino le reemplazó en la segunda parte.

Batallador como de costumbre, no acertó en la primera clara oportunidad del Athletic, pero metió a los rojiblancos en el partido al aprovechar un buen pase de Yuri y marcar el 2-1. Siempre busca la forma de dar opciones a sus compañeros de ataque.