Al asalto de un territorio hostil

Si de derrotas se habla, existe una que nadie en el universo Athletic ha olvidado. Por el resultado, un atroz 6-1, «un siniestro total», tituló este periódico, pero también por una circunstancia, digamos, ajena al fútbol en sí: los vizcaínos jugaron de prestado, con un pantalón verde. Era la última visita rojiblanca al Luis Sitjar y tuvieron que cambiar su habitual prenda negra. ¿Por qué? Pues porque el colegiado de aquel encuentro, el madrileño Fernández Marín, observó que coincidían los pantalones de ambos equipos, y optó por obligar a los visitantes a mudar su habitual equipación. Sin embargo, nadie en la entidad de Ibaigane había previsto esta circunstancia. Solo habían transportado el 'traje' oficial. La solución se la dio el Mallorca: le prestó esos pantalones verdes, que tantas chanzas provocaron, que eran los que empleaban para los entrenamientos.

Había arrancado mal el asunto, y continuó peor. El equipo de Luis Fernández, con un extraño sistema de 4-4-1-1, perpetró uno de los peores partidos con el tarifeño en el banquillo. En el minuto 2, Biagini ya había adelantado al equipo de Héctor Cúper, y para el descanso el argentino ya había redondeado su hat-trick. Meses después, ya en Son Moix, el técnico galo trató de que no se repitiera la historia. Revolucionó la alineación con, por ejemplo, Jose Mari de libre. Y el caso es que el equipo rojiblanco resistió. Estuvo a punto de sacar al menos un punto... Hasta el descuento. Un penalti, tras un forcejeo de Ferreira -ahora segundo entrenador- en el área, tiró por tierra el trabajo. Tristán no falló. «Mallorca sigue siendo un lugar maldito para el Athletic», concluyó este diario la crónica.

Y es que se acumularon seis derrotas seguidas, entre febrero de 1997 y enero de 2002. «El naufragio de costumbre», sentenció EL CORREO el día después de un 3-0 contundente, con solo dos remates del Athletic, ambos de Joseba Etxeberria. De hecho, el triunfo de febrero de 2004 se celebró con alivio, con esa sensación de que el cuadro vizcaíno, entrenado por Ernesto Valverde, se quitó una losa de encima. Y no solo la escuadra vizcaína en general, también el atacante de Elgoibar, que puso fin a una travesía de 104 días sin celebrar una diana. Ese triunfo, sin embargo, careció de continuidad. La temporada siguiente, 2004-05, el Mallorca superó de nuevo a los vizcaínos. De vuelta a la costumbre.

Los dos últimos enfrentamientos, en cambio, sonríen al Athletic. Uno es de la Copa del Rey (enero de 2012) y otro, de la Liga (diciembre de 2012, la temporada que termina con el descenso bermellón). Ambos por 0-1. El primero, en aquel año inolvidable con Marcelo Bielsa en el banquillo, con la fortuna como aliada. Ramis cedió el balón a Calatayud, una pelota sin ningún tipo de dificultad, pero botó mal, se le pasó por debajo del pie... Y gol. En la Liga, Aduriz marcó a su exequipo.