Aquellas batallas con el Madrid

Los tiempos han cambiado, pero el Athletic mantiene su gen competitivo y es capaz de ganar a cualquiera. Sobre todo en la Copa, 'su' torneo. EL CORREO ha conversado con estos cinco exfutbolistas rojiblancos para recordar aquellas gestas que San Mamés quiere repetir el jueves (21.30) por un hueco en las semifinales del torneo del k.o. Desde la década de los setenta, pasando por los gloriosos años ochenta hasta el inicio del siglo XXI, hay recuerdos que nunca se borrarán de la retina de estos protagonistas ni de una hinchada que sueña con seguir haciendo historia en su competición favorita. Los rojiblancos quieren quitarse la espina de las dos últimas finales ante la Real y el Barcelona y apear al Madrid para volver a soñar.

Para Goiko los Athletic-Real Madrid eran siempre «el partido estrella». El excentral rojiblanco, actual embajador de la Fundación, se queda con dos, uno de Copa -aquella tanda de penaltis en San Mamés en la 83-84- y otro de Liga, también en La Catedral, en la misma temporada del doblete, donde fue protagonista con un tanto que inició la remontada. «Fue un gol que la gente me recuerda cuando voy por la calle». El baracaldés se jugó el tipo al rematar un centro de Sola. «Me tiré en plancha con el pie de Camacho en mi oreja. Luego tuvimos la suerte de remontar con el gol de Dani tras un balón que cuelgo al área», rememora el autor de 44 goles en 369 partidos como león.

No era un Madrid cualquiera el que se enfrentó a Goiko. La Quinta del Buitre, una de las mejores generaciones madridistas que se recuerdan, le causaban más de un dolor de cabeza. «Santillana con su juego aéreo, Butragueño con su intuición, Hugo Sánchez remataba todo... un equipazo». Al margen de los jugadores, para Andoni la nobleza siempre brillaba en estos partidos. «Siempre ha existido ese fair play necesario, son duelos donde hay nobleza».

Goikoetxea dice que «es una pena que el aforo no pueda estar al cien por cien porque la caldera de San Mamés sería aún mayor». Sabe de lo que habla. «El jugador nota la presión de este tipo de partidos. Se empezaba a sentir desde días atrás. Los medios te hacían entrevistas, te ibas haciendo una idea de que el ambiente se estaba calentando. Tenemos mucha ilusión por meternos en otra final, hay confianza, pero paso a paso».

«Goiko me lanzaba muchos balones que iban muy tocados, no bombeados», recuerda Dani, goleador rojiblanco en los 80. Uno de ellos acabó convirtiéndose en el tanto que culminó la remontada en San Mamés ante el Madrid para acabar ganando aquella Liga de 1984. «Tengo en mi txoko una foto de dos metros de altura celebrando aquel gol, con Miguel Ángel -guardameta madridista- detrás. Se comió mi amago, se chocó con Paco Bonet -defensa blanco- y el balón me quedó muerto para meter gol», cuenta el de Sopuerta.

Para Dani, «las batallas ante el Madrid eran las más importantes de la Liga. Siempre se ha considerado a la Real Sociedad como el rival, pero para nosotros las visitas de Madrid o Barça eran muy especiales», explica el tercer máximo artillero de la historia del Athletic, autor de 199 goles como león en sus 402 partidos. Una barbaridad.

El delantero tuvo que medirse a las zagas más experimentadas del campeonato. «El Madrid siempre ha tenido grandísimas defensas. Eran bravos, fuertes, pero nunca había mala intención. De todos, me quedo con Camacho. Tenía características parecidas a las mías, era muy luchador», habla sobre el de Cieza, con quien fue compañero de la selección y mantiene «una buena relación con él, coincidimos hace un mes en el homenaje a Iribar».

En los Athletic-Madrid de aquellos años «nunca hubo malos modos, siempre se han portado bien. Se hablaba de que si les favorecían los árbitros, pero eso es intrascendente». Sobre la próxima eliminatoria de Copa, Dani lo ve «muy difícil porque el Madrid tiene jugadores de primerísimo orden». Pero tiene confianza. «El Athletic deberá utilizar sus armas, sobre todo jugar con el público a favor y la fortaleza defensiva que nos caracteriza». Para el mito rojiblanco el próximo jueves «deberá existir otra comunión entre público y equipo como ya hubo ante el Barcelona».

Los rivales del Athletic en esta Copa están siendo de traca. Tras dejar en la cuneta al Barcelona «en un partido espléndido», es el turno del Madrid. «No se puede tener peor suerte. Encuentros de este nivel te tocaban antes en semis. Igual es demasiado pronto, pero el formato de un partido está muy bien. A ida y vuelta normalmente te ganaban», cuenta Ismael Urtubi, jugador rojiblanco entre 1982 y 1992.

«Lo que supondría pasar esta eliminatoria es mucho para el Athletic de cara al resto de la temporada», cuenta el de Muskiz, que recuerda un ambiente «espectacular» en San Mamés en aquella semifinal copera de 1984 ante el conjunto merengue, donde consiguieron el pase a la final en la tanda de penaltis. «Fue un torneo duro, pero cuando algo realmente cuesta siempre tiene su recompensa. Tuvimos que eliminar a la Real Sociedad en los penaltis en octavos y remontar en la vuelta al Sporting en cuartos», recuerda.

El centrocampista zurdo no duda de que «el Athletic está capacitado para eliminar al Real Madrid y que somos uno de los grandes favoritos, con una fuerte tradición copera. Tengo confianza, estamos en una dinámica ascendente y positiva. Ya vimos cómo sacamos adelante el partido en Vallecas. El optimismo es máximo». Ahora bien, insiste en que para superar un desafío de tal calibre «hay que hacer el partido perfecto». «El Barça no venía bien y aun así te meten dos, tienes que hacer tres goles para vencer a un equipo de estos. El Madrid está en un mejor momento, tiene mucha verticalidad. Sin duda, su denominador común ha sido siempre tener un ataque demoledor», analiza.

A pesar de las dudas que puede ofrecer un Madrid que acudirá con la mayoría de sus jugadores sudamericanos entre algodones por sus compromisos al otro lado del Atlántico, «el nombre pesa mucho en estos compromisos, es el Madrid».

Con pasado madridista -a los 14 años ingresó en las categorías inferiores del conjunto blanco, donde llegó a jugar un partido con el primer equipo en la Copa de Europa-, Ismael Urzaiz formó parte del Athletic de principios de siglo que se midió al Madrid de los 'galácticos'. «Siempre era un hueso duro de roer, pero conseguimos someterles alguna vez en San Mamés. Era un equipo plagado de estrellas, Balones de Oro... Pero les faltó algo más de equilibrio defensivo para subir al máximo nivel y ganar una Champions. Sabíamos que imponiendo un ritmo alto de partido podían sufrir y así conseguimos doblegarles», recuerda el futbolista tudelano.

El delantero, autor de 129 goles con la rojiblanca, se acuerda especialmente de Fernando Hierro, como ilustra la foto que acompaña a esta información. «Tuvimos duelos tremendos, fuimos compañeros en la selección», cuenta Urzaiz.

León entre 1996 y 2007, sabe muy bien cómo definir al próximo rival del Athletic. «Eran partidos muy intensos, donde el físico se imponía. Teníamos que acertar todas nuestras ocasiones para ganar, éramos eficaces, porque sabías que iban a generar sí o sí». La historia no dista mucho de los tres últimos duelos entre ambos conjuntos en la presente temporada, en los cuales el Athletic ha caído derrotado tanto en los dos encuentros ligueros como en la final de la Supercopa después de poner contra las cuerdas a los blancos. «El Athletic tiene que plantear un partido muy parecido al del Barcelona para que el Madrid no encuentre su hábitat natural. Tiene que someterle, pero con especial cuidado a las contras», vaticina.

El exdelantero rojiblanco cree que San Mamés será el factor diferencial otra vez. «El otro día (contra el Barça) hubo un ambiente espectacular, la gente apoyó al equipo y llevó en volandas a los jugadores. Será complicado, pero podemos vencerles».

Los goles se le caían a Carlos Ruiz. Anotó como rojiblanco 115, de los que 19 en la 74-75 le valieron el trofeo 'pichichi', el último máximo goleador de la Liga en vestir la camiseta del Athletic. En aquella temporada un tanto suyo ante el Madrid dio los dos puntos al conjunto rojiblanco en San Mamés. «Controlé con el pecho en la frontal del área y, cuando el balón botó, hice un sombrerito a Goyo Benito (central merengue) para chutar antes de que cayese el balón. Fue un golazo pegado al palo y un recuerdo muy bonito que no se me olvidará nunca», recuerda el bilbaíno.

Un partido que sirvió para cortar una racha madridista de trece partidos invictos, una dinámica positiva similar a la que se encuentra el equipo de Carlo Ancelotti, frente al que Marcelino deberá hacer frente de nuevo. «Tenemos un entrenador que llega a finales y tiene una forma de entender el fútbol donde la presión de la defensa resulta fundamental».

Con 275 partidos a sus espaldas como rojiblanco, sabe muy bien cómo afrontar este tipo de encuentros. «Con Madrid o Barça son siempre partidos muy especiales. No puedes salir a por ellos como sea. Tienes que tener el corazón caliente y la cabeza fría», explica el goleador rojiblanco. «Esta temporada se nos han escapado algunos partidos contra el Madrid que nos hemos merecido ganar, así que ojalá sea esta la vencida».

Once años como león llenan la cabeza de Carlos de recuerdos imborrables, batallas por todo lo alto y rivalidades inolvidables. «Santillana, Butragueño... el Madrid siempre se ha caracterizado por tener delanteros temibles», dice el ganador de la Copa en 1973. Esos nombres hoy se podrían traducir por los Vinicius o Benzema, pero Carlos rebosa optimismo ante una cita histórica que marcará la temporada del Athletic. Palabra de goleador.