Etxeberria celebra el gol que dio el segundo puesto al Athletic y la clasificación para la Champions.

20 años del gol de Champions de 'Etxebe'

El 15 de mayo de 1998 el Athletic ganaba al Zaragoza y lograba el segundo puesto en la Liga y la clasificación para la máxima competición continental. La alegría se desbordó en Bilbao como no se recordaba desde hacía catorce años

Lunes, 14 de mayo 2018, 01:04

Para los más jóvenes aficionados rojiblancos, las primeras explosiones de pasión por el Athletic son muy recientes. Las semifinales de Copa contra el Sevilla en 2008 (las del famoso «Nos vamos a comer al león desde la melena a la cola» de José María ... del Nido), las victorias con Bielsa sobre el Manchester United del mítico Alex Ferguson y sobre el Sporting de Lisboa que acabarían en la final de la Europa League y, sobre todo, la victoria sobre el Barcelona en la Supercopa en 2015. Han sido estos últimos unos años de bonanza. Pero para unas generaciones anteriores, los nacidos a partir de 1980, los que eran demasiado pequeños para recordar los títulos con Clemente, ese hito tiene una fecha: el 15 de mayo de 1998. Entonces, justo hace 20 años, el mismo del centenario, el Athletic vencía al Zaragoza por 1-0 logrando el segundo puesto en la clasificación y, sobre todo, el pase a la Champions League. La locura estalló en un San Mamés abarrotado: Luis Fernández toreando con la ikurriña, las traineras de los jugadores sobre el césped, Larrainzar en calzoncillos... Miles de aficionados tomaron las calles de la ciudad. ¡La que se montó en Bilbao aquella noche y al día siguiente con el homenaje al equipo y Julen Guerrero desbocado en el balcón del Ayuntamiento!

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Aquel viernes el Athletic se jugaba un hito histórico. Habían pasado catorce años desde la última participación en la Copa de Europa. Con Heynckes y Luis Fernández se había viajado por Europa, pero para jugar la UEFA. La Champions era otro nivel. Más teniendo en cuenta que en aquella temporada ya llevaba dos años en vigor la Ley Bosman, la barra libre para fichar a jugadores comunitarios que en teoría tanto iba a perjudicar al Athletic. La campaña, de hecho, no comenzó nada bien. Los de Luis Fernández se estrenaron con una derrota por 1-3 frente al Espanyol en San Mamés y un empate con el Betis en la segunda jornada. De hecho, en las ocho siete primeras jornadas solo se consiguió una victoria y se empató en cinco ocasiones.

El minuto 40

Pero aquella noche aquel mal arranque quedaba lejos. Solo importaba ganar a un Zaragoza que todavía tenía opciones de clasificarse para la ya extinta Recopa. No tenían malos jugadores los maños: Juanmi, Belsué, Gustavo López, Santi Aragón y un ilustre exrojiblanco como Ander Garitano no lo pondrían nada fácil. El Athletic salió con el siguiente 'once': Imanol Etxeberria; Larrainzar, Ríos, Alkorta, Larrazabal; José Mari, Carlos García, Alkiza; Guerrero; Etxeberria y Urzaiz. También jugarían Ziganda, Javi González y Ferreira. Ninguno de ellos lo olvidaría.

Los rojiblancos salieron como en las grandes ocasiones, a morder. 'La Catedral', con 41.000 aficionados, empujaba como la ocasión merecía. A los dos minutos, Julen Guerrero estuvo a punto de marcar de libre directo. Lástima. Roberto Ríos lo intentaría de nuevo en el '26. Agua de nuevo. Los zaragocistas también asustaron a San Mamés con un disparo de Garitano que Imanol Etxeberria tuvo que despejar y el brasileño Jamelli, por fortuna, no supo remachar.

Y llegó el minuto 40. Urzaiz desvió un balón con el pie, el rechazo de Juanmi no pudo aprovecharlo Guerrero, que remató al larguero. Tuvo que ser 'Etxebe', 'el Gallo', el que introdujera el balón en las redes con una especie de volea casi desde el borde del área y desatara la locura en el estadio, Bilbao y toda Bizkaia. Quedaba un mundo por delante. El encuentro fue bronco, muy bronco. 49 faltas entre los dos equipos. Bastaba con aguantar el marcador. Y se aguantó. A las 23.48 horas, Mejuto González decretó el final y la euforia, contenida hasta entonces, se desbordó como no ocurría desde hacía 14 años.

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La locura sobre el césped

«Estoy enamorado de mis hombres», decía un Luis Fernández metido en su papel de gran 'showman'. Estaba en su salsa el francés, que dejó una de las imágenes de la celebración con sus 'verónicas' con la ikurriña. «Nos lo merecemos porque nos lo hemos 'currado'. Además con esta gente alrededor de nosotros no podíamos fallar», decía Larrainzar en calzoncillos tras lanzar a la grada la camiseta y los pantalones. «No podíamos perder en San Mamés, ante esta gente que ha demostrado que se merece todo y más. Estábamos obligados a responder de esta forma a su apoyo, que durante todo el año ha sido fundamental para que, al final, estemos en la Copa de Europa», aseguraba un eufórico Ziganda. «Me hubiera gustado tener 42.000 camisetas para habérselas regalado a este público maravilloso», remachaba Joseba Etxeberria, el gran protagonista del partido.

Luis Fernández, con la ikurriña.

Las traineras de los jugadores, los cantos de la afición, la euforia en San Mamés se prolongó durante más de media hora. La fiesta pasó a la ciudad. Miles de personas se lanzaron a las calles de la villa para celebrar un éxito. Incluidas las 7.000 que siguieron el encuentro en las dos pantallas gigantes situadas por el Athletic y EL CORREO en la Feria de Muestras. Una noche para el recuerdo. Y todavía quedaba el día siguiente.

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«Etxebe es un león»

La celebración de aquella noche histórica tuvo continuidad en la tarde del sábado. Había que agasajar a los héroes rojiblancos. Un camión descubierto llevaría a los jugadores desde el Palacio de Ibaigane hasta el Ayuntamiento y después a la Diputación. Miles de personas acompañaron al equipo en aquel 'paseíllo'. No se veían imágenes así desde la gabarra. «Es el premio de cien años de trabajo y tradición, de una filosofía. Con este subcampeonato de 'La Liga de las Estrellas', de los cracks, de los millonarios, ya puede temblar Europa», aseguraba el diputado general de Bizkaia, Josu Bergara.

Julen Guerrero y 'Etxebe', en el balcón del Ayuntamiento.

Los jugadores lo dieron todo desde el palco del Consistorio. El cava corría de mano en mano. 'Ari, ari, ari, Luis Fer lehendakari', gritaba la afición. Hasta Julen Guerrero se permitió romper con su habitual carácter sosegado. «Etxebe es un león», gritó a la multitud con pulla incluida a Luis Uranga, entonces presidente de la Real Sociedad, cuando la marcha de Etxeberria todavía estaba caliente. Hasta se prometió regresar al año siguiente, pero en la gabarra y para celebrar un título. Para esto hubo que esperar algo más, hasta la Supercopa de 2015. Aun así, la noche del 15 de mayo de 1998 siempre será recordada por la afición del Athletic.

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