Berenguer se destapó como un buen desatascador la pasada temporada. AFP

Álex Berenguer, una pieza que saca chispas a cada minuto de juego

Barañain, 1995. Cuatro temporadas

Martes, 13 de agosto 2024

Fue Álex Berenguer quien puso punto final a una espera de 40 años. En La Cartuja, donde la Gabarra tomó forma y se hizo realidad cinco días después en Bizkaia, transformó el penalti que dio la Copa al Athletic tras cuatro décadas de asaltos, lágrimas, ... frustraciones, decepciones y promesas de volver a intentarlo. El navarro culminó una bella obra colectiva que luego se mostró al mundo, maravillado con la multitudinaria procesión rojiblanca por la ría. El futbolista que se resiste a la pérdida de protagonismo y que saca chispas a cada minuto en el terreno de juego volverá a ser una pieza valiosa en el esquema de Ernesto Valverde, imprescindible en un año cargado de compromisos y múltiples frentes abiertos.

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Hubo un momento en el que se temió por la continuidad de Berenguer, quien tardó en renovar. De hecho, se hizo oficial una vez expirada su relación contractual con el club, en julio, pero finalmente hubo fumata blanca. Estampó su firma en un documento que le vincula a la entidad de San Mamés hasta 2027. «Llegan años ilusionantes. Tenemos un equipo fantástico», dijo al lado de la Gabarra, en la que se subió el 11 de abril y vivió algo único.

Llegó en 2020 procedente del Torino y con sus altibajos nunca ha dejado de ser importante. El año pasado jugó 41 partidos e hizo ocho goles. Ahora se le volverá a necesitar en un ataque con los Williams, Djaló, Guruzeta, Sancet... Él sabe que combina con todos.

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