Aritz Aduriz, el último gran goleador del Athletic, cumple este martes 39 años y ya tiene claro el regalo que desea. No lo quiere de manera inmediata, si no que lo aplaza hasta el 18 de abril, día que se celebra la final de ... Copa en el estadio de La Cartuja. Todavía se debe eliminar el Granada, con un partido de ida este miércoles en San Mamés (21 horas), pero el delantero donostiarra ya ha construído con su imaginación varias veces una imagen en su última temporada como profesional: esa en la que una barcaza surca el Nervión con un equipo de fútbol encima. Eso significaría que cierra su carrera con un título. «Es el sueño de cualquiera. Llevo fantaseando con esto mucho tiempo. Al principio, era una fantasía, y ahora puede que esté más cerca, aunque es muy difícil. Les estoy intentando animar con toda mi voluntad. Ojalá podamos acercarnos un poquito más, lo vamos a pelear. Imagínate, dejar esta temporada el fútbol y ganar un título. Sacar la gabarra sería algo mágico», ha confesado el artillero guipuzcoano en la entrega de los premios de la revista 'Panenka', donde ha sido galardonado junto a David Villa y Marcelino García Toral, entre otros.
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Aduriz tiene entre ceja y ceja lograr la Copa, apagar las luces con el trofeo en las manos, que la «cuadrilla» como el bautizó al vestuario del Athletic después de ganar la Supercopa, levante otro título cinco años después. La eufórica fotografía que dejó el pasado jueves, celebrando al borde del éxtasis el tanto de Williams, quedará en la memoria de la hinchada rojiblanca durante mucho tiempo. El donostiarra ansía el torneo, y el propio Williams confesó nada más terminar el encuentro contra el Barcelona que les mete caña para que se dejen todo en pos de un título que se encuentra a tres partidos. Nada más.
Antes de nada, por supuesto, el Athletic debe tumbar al Granada en la primera eliminatoria a doble partido de este Copa del Rey de nuevo formato que ha deparado tantas sorpresas. A Aduriz le encanta. Lo confesó. «Adquiere más valor la Copa. No se desprestigia. Estamos un poco hartos de ver al Barça y el Real Madrid ganar todo, que me perdonen por aquí (los galardones se entregaron en Barcelona) y por la capital. Pero es bonito ver competiciones con más dinamismo, en Inglaterra se ve. Es enriquecedor. Es un formato que gusta», aplaudió el '20', que reapareció hace diez días contra el Getafe después de tres meses lesionado de la cadera. Y jugó unos minutos en esos cuartos de final inolvidables contra el Barcelona. «Ganarles es la hostias, y si lo logras en el último minuto y lo haces para meterte en una semifinal...»
Aduriz, que liga su longevidad a que se lo pasa bien en cada entrenamiento, se marcha a final de curso, sabe que es el momento, y qué mejor forma de hacerlo que con un título, con una nueva alegría para una afición huérfana del premio máximo en el fútbol. Sí, ha habido clasificaciones para Europa, incluida la Champions, también cuatro finales en este siglo, e incluso una Supercopa, pero la Copa es el título que más gusta en Bilbao. Y el donostiarra, ese hombre que explotó como goleador tras su segundo regreso -es el sexto artillero de la historia del club con 172 dianas y desde los 31 años ha marcado 149 de esos tantos-, espera poder brindárselo a una grada que siempre le ha apoyado. «Aduuuuriz, Aduuuuuriz», se ha convertido en un grito de guerra en La Catedral. Y espera que se oiga en La Cartuja, dentro de algo más de dos meses, con el título al aire de Sevilla.
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