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Sin voz, pero con ganas de más fiesta
El sprint final ·
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Así se viven las últimas horas de Aste Nagusia «si alargaran una semana más también estaríamos contentos»Los días y las noches van pesando para la mayoría, pero hay quienes todavía tienen energía para afrontar el sprint final de la Aste Nagusia. Las fuerzas pueden fallar en ocasiones. Para Gorka Serna de Tintigorri «se hace duro ya, nueve días… Pero hay que darlo todo», comenta sin voz y entre risas. Es más de fiestas de día, pero eso no le impide cantar y bailar hasta que el cuerpo no pueda más: «Ha habido días que hemos dormido tres o cuatro horas. Son años de experiencia».
Para los comparseros esta semana se vive de otra manera, están más cansados, es una experiencia muy diferente que la de los que vienen solo a pasarlo bien. «Llevamos todo el año trabajando para que el resto disfrute», afirma Alex Etxaburu de la konpartsa Trikimailu que este año ha cumplido su primera década. «Tienes que hacer turnos, participar en pruebas, concurso gastronómico… Hay más cosas que hacer. Vamos dejándole a la juventud que vaya cogiendo el relevo. Vivir Aste Nagusi en una comparsa se vive de otra manera», comenta Gorka Serna.
La Semana Grande de Bilbao es, sin duda, un evento esperado con ansias por sus habitantes, quienes año tras año se preparan para días de celebración intensa. Javi, aunque todos le conocen por 'Chino', también de Trikimailu, cuenta cómo lleva el fin de las fiestas: «Yo creo que bien, jodidos, contentos y muy agotados», a lo que Alex añade «ya con ganas de que termine». Susana Asenjo de Aixeberri está sin voz, pero tiene clara una cosa: «Es el último empujón, venga que podemos». Además, a diferencia de Etxaburu, «sin querer que termine».
Es un año de preparación, esfuerzo y compromiso que culmina en nueve días de intensa celebración
Aunque agote, deja recuerdos imborrables y une a todos en una experiencia intercultural
La celebración no es solo cuestión de un par de horas de fiesta, los comparseros de Trikimailu, aunque afirman que son más diurnos, a veces se les ha ido de las manos: «Un día se nos alargó la noche hasta las ocho de la mañana, un día entero». Esto, por supuesto, tiene su precio, «cuatro o cinco dormiremos de media».
Iñaki Telleria de la konpartsa Moskotarrak admite que «llevamos el fin de fiestas como se puede», pero también sostiene algo con lo que otros comparseros no coinciden tanto: «Si alargaran una semana más también estaríamos contentos».
Sin embargo, a pesar del cansancio evidente, la motivación para seguir adelante está siempre presente. «Se lleva, se lleva pensando que la semana siguiente tenemos una semana de descanso», dice el 'Chino'. Como él, Serna también admite que «tengo que tener recuperación, los años pesan».
Hay otros que no tienen tanto suerte, la comparsera de Aixeberri se tirará dos días recuperándose para el miércoles volver al trabajo: «El lunes ni me levantaré de la cama, pero hasta el domingo aquí estaré, viendo la quema de la Marijaia y llorando como una magdalena».
Susana Asenjo ha recordado todos los momentos vividos en Aste Nagusia: «No me puedo decantar por uno, el poteo con Pinpilinpauxa el miércoles fue maravilloso. Las rabas de Bizizaleak, el Bloody Mary de Sinkuartel, que por fin lo he podido probar, jugar a la rana en Zaratas y, sobre todo, terminar el 'Pasapotea', solo me queda Algara».
A Gorka Serna, al igual que Susana, le encanta vivir estas fiestas de día, «la noche ya se la dejo a otros», dice entre risas. No hay mejor manera de potear que con el 'Pasapotea' por las txosnak. «Tenemos ahora comida, marmitako y luego vamos juntos a potear para que nos sellen el pasaporte. Nos quedan muy pocas para completarlo», afirma Serna.
Aparte de la cantidad de personas que llevan todos los días de fiesta, hay quienes han llegado de despedida de soltero a la Semana Grande de Bilbao. La cuadrilla de Ibon Ansoáin ha venido desde Pamplona para celebrarla. Al ir todos los años a Sanfermines creen que «no hay tanta diferencia, hay buen ambiente, hoy va a ser un día largo, pero hasta donde llegue la novia», narran los amigos de Ansoáin, que va vestido de blanco y con un velo de novia.
A diferencia de los pamploneses, hay bilbaínos que también han decidido realizar la despedida de soltero en su ciudad natal, para la cuadrilla de Andrés Anacabe es especial disfrutar de la despedida en unas fiestas que son «jaiak de aquí, de toda la vida, las hemos mamado. Lo pasamos muy bien con todas las actividades que hay, mi despedida también fue aquí y queríamos que él también la disfrutara», comenta un amigo.
Manuela Milán y Juan Bordallo se toman algo en el Casco Viejo, vestidos para la ocasión, de azul Bilbao. Ambos están viviendo estas fiestas «maravillosamente, nada cansados», afirman riendo. Para ellos estas fiestas son «las más maravillosas, nos encanta la interculturalidad que se vive aquí».
La Aste Nagusia es un evento que, a pesar del cansancio, todos esperan con ansias y disfrutan con pasión. Susana Asenjo hacía un símil con volver al pueblo en verano: «Estás con gente que no ves en todo el año, comparseros a los que coges mucho cariño, la relación entre todos es fantástica, es como volver al pueblo», concluye emocionada.
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