Las barracas vuelven al parque Etxebarria con precios que oscilan entre los 2,5 euros y los 3,5

Al igual que en los dos últimos veranos, el número de atracciones que se concentrarán en el recinto ferial ascenderá a 73. Once serán para adultos y catorce para los más pequeños, además de seis churrerías, diecisiete casetas varias, cuatro bares con terraza, espectáculos, juegos de habilidad… La oferta es amplia y apta para todos los públicos.

Pero, sin duda, los protagonistas del lugar son los niños. El tiovivo fue el primero en abrir sus puertas, una atracción que siempre supone un éxito rotundo. Mireia, madre de dos niños pequeños, explica que «es lo que más disfrutan. Les encanta subirse. Según el más pequeño ha visto la atracción, se ha puesto contento porque me ha dicho: 'Ama, quiero subir a ese, es Rayo Mcqueen'. El plan de después es comprar unos churros y marcharnos». Las familias que acuden a la feria con sus hijos son muchas. Maite y Ioritz llevan viviendo en Bilbao dos años, pero esta es la primera vez que vienen al parque Etxebarria para disfrutar de la feria junto a sus dos hijos: «El año pasado no vinimos porque uno de ellos todavía era muy pequeño. Este año sí que hemos decidido venir, queremos que disfruten y se lo pasen en grande».

Por otra parte, hay quienes vienen por «la emoción y la adrenalina». Es el caso de Izan García, que se acercó desde Igorre porque sus amigas lo llamaron para ir a las barracas. «Estaba en casa y me han dicho para venir. No lo he pensado ni un momento, es un planazo. Mi favorita es la de 'Mr. Bean', porque es donde me monto desde pequeño. El año pasado probé el 'Bomber', que me gustó mucho también». Los precios oscilan entre los 2,5 euros para las instalaciones recreativas destinadas a los más pequeños y los 3,5 que cuesta subirse a las atracciones para mayores.

La gran mayoría de puestos que están presentes en la feria cuentan con una larga tradición en el parque Etxebarria. Uno de ellos es el Mesón Fortuna, que desde 1979 lleva alimentando a los visitantes. Paula Cañada, natural de Jaén, admite que el ambiente es espectacular y no hay año en el que no se llene: «Los bilbaínos vienen a disfrutar y son muy agradables. Viene gente de todo tipo, porque aunque muchas atracciones sean para niños, el espectáculo está pensado para todos los públicos».

Una alternativa de ocio que tampoco falta este año es el circo, que al igual que el verano pasado se sitúa en la zona más cercana al ascensor que conecta el parque con la Avenida Zumalakarregi.

Por tercer año consecutivo, el Consistorio ha establecido unas franjas horarias en las que las barracas emitirán menos ruido para que también las personas con autismo puedan disfrutar de todas las actividades al máximo. Los días 18, 21 y 23, de cinco a ocho de la tarde, las barracas no emitirán sonidos estridentes ni ningún tipo de música. El ferial abrirá todos los días a las 17.00 horas, aunque la hora de cierre dependerá del día de la semana. Del 17 al 24 cerrará a las cuatro de la madrugada, pero el resto de jornadas lo hará, como muy tarde, a las dos.