Ponce y Hermoso de Mendoza se despiden esta Semana Grande de Bilbao

«El jueves (22 de agosto) se despedirá Pablo en una corrida mixta», con rejones y toreo a pie. Hermoso de Mendoza es para muchos el mejor rejoneador de la historia y lleva dos décadas triunfando a lo largo de todo el mundo. «Quizás pueda verse en algún otro lugar posteriormente antes de que concluya esta temporada, pero ya no regresará a Bilbao». Y el viernes, día grande de Aste Nagusia, le llegará el turno a Enrique Ponce.

La especial vinculación que une al de Chiva con Vista Alegre es conocida. Con galones de 'torero de Bilbao', categoría de la máxima distinción que implica el acogimiento que le brindó la afición local desde muy joven, era de los preferidos del fallecido alcalde Iñaki Azkuna. «Bilbao me ha adoptado como torero y eso es lo más bonito que me ha pasado», ha llegado a decir.

Abrió su primera puerta grande en la villa cuando solo tenía veinte años, en 1991, tras conseguir dos orejas de su segundo toro, 'Naranjito'. Y luego llegaron cinco más. Media docena en total en una plaza que no vende barato el honor. Puede decirse que Ponce se forjó aquí como figura del toreo.

Por lo demás, Aste Nagusia volverá a poner a prueba un año más la salud de la tauromaquia en Bilbao y a generar los reiterativos debates habituales. La afluencia de aficionados a la plaza será analizada con lupa. En la feria del año pasado al coso acudieron más de 55.000 espectadores, lo que supuso mantener las cifras del ejercicio anterior, algo que se interpretó entonces como un logro ya que se mejoraron de forma notable los porcentajes de ocupación, ya que hubo entonces un festejo menos que en 2022, al pasar de nueve a ocho.