El PP defiende en Bilbao que «no puede haber medias tintas» frente a los manteros

«Las fiestas deberían ser la oportunidad de mostrar lo mejor de nosotros mismos, pero ha habido unos cuantos, los de siempre, que han venido a enturbiarlas en gran medida», ha planteado Martínez, que ha dedicado la primera parte de su análisis al conflicto suscitado en torno a la venta callejera, con «manteros haciendo su particular agosto y algunos impidiendo a la Policía Municipal hacer su trabajo». La secretaria general del PP vasco ha atribuido estas conductas a la «falta absoluta de respeto a algo fundamental, el principio de autoridad» de las fuerzas de orden público, y ha destacado que las intervenciones policiales frente a los manteros «defienden a quienes sí cumplen las normas», en referencia a los autónomos que «pagan toda clase de impuestos y cumplen todas las ordenanzas». En ese sentido, también ha criticado que el Ayuntamiento vea «complicado» actuar contra los puestos de comida sin licencia.

En cuanto a la emisión de tickets en las txosnas, Martínez ha puesto como ejemplo la de su propio partido, recuperada este año tras la experiencia pionera de hace más de un cuarto de siglo. «Hemos sido la única txosna que ha dado ticket, y el permiso lo obtuvimos quince días antes de hacer el montaje. Si nosotros, con ninguna experiencia y en solo quince días, hemos sido capaces de poner en marcha el sistema, no vemos cuáles son los inconvenientes técnicos», ha argumentado, para achacar después las objeciones a que «al lado oscuro nunca le gusta la transparencia, ni siquiera en lo económico».

La responsable popular ha deplorado también los «insultos a la Policía, insultos y groserías dedicados a autoridades públicas como el alcalde e incitaciones a la okupación ilegal» que han podido verse en el recinto festivo. «Saltarse las normas no tiene consecuencias». Por ello, ha anunciado que su partido presentará iniciativas para revisar la adjudicación de las txosnas y que se asegure el cumplimiento de los «valores democráticos». Finalmente, ha tachado de «preocupante» la decisión de la Ertzaintza de no detener a quienes exhiban armas blancas, pese al «enorme reproche social, absolutamente mayoritario» hacia esa práctica.