Una novata en busca de su mejor cicerone

No puede haber dos puntos de partida más dispares para vivir la Aste Nagusia. Si para Naiara todo va a ser nuevo, José Antonio Nielfa tiene un álbum de recuerdos de varios tomos de lo disfrutado y gozado en las fiestas. Como bilbaíno y como artista. «Son parte de mi vida. Supusieron mi primer momento de libertad después de la dictadura. Y artísticamente me dieron a conocer. Aquel 'Libérate' improvisado en El Arenal fue una revolución. Fue increíble».

La Otxoa está enfrascada en un proyecto «que va a ser un bombazo», así que este año Naiara se quedará sin poder escucharle sobre el escenario. Pero se hace una idea al verle aparecer para la sesión de fotos. «¡Cómo te van a gustar las fiestas, ya lo verás!», le promete entre estrofa y estrofa de 'Sola en la ikastola' a capela.

Naiara -nombre elegido al azar por sus padres, sin relación alguna hasta ahora con Euskadi- saldrá de fiesta «por donde me lleven mis amigas», aunque por si algo falla, La Otxoa se reencarna en el espíritu de Marijaia y se transforma en el mejor cicerone: «Vas a tener actos y planes hasta para aburrirte. Dosifícate. Descúbrelo todo, diviértete, pero no te pases con la bebida, que el kalimotxo no te desborde».

Porque las quiero vivir sin tener ningún compromiso de nada. No tener que cuidarme la voz, ni irme pronto a casa. Quiero vivirlas como un ciudadano más. Iré al teatro, a los hoteles, a alguna txosna... Quedaré con mis amigos y a ver qué pasa. Solo quiero divertirme y pasármelo bien.

¡Claro! Son una revolución. Mi personaje ha pasado de generación en generación, y a la gente joven como tú les escanta. ¡No he pasado de moda!

Cierto. Hasta hace nada que mis amigas me empezaron a contar alguna cosa. Yo les noto a ellas con mucho entusiasmo, como que las están esperando todo el año.

Siento que voy a improvisar, a ver cómo me sorprenden. En mi país no hay este tipo de fiestas pero creo que me van a gustar mucho.