«¡Qué nervios! Por fin llega la ballena»

Lo que más ansiaban las primas Ane, Leize, Iraia y Malen, de entre 11 y 7 años de edad, eran los confetis. Y con una sonrisa nerviosa, aseguraban que estaban preparadas también para el agua. «Desde hace tres años venimos juntas. La ballena es muy bonita y la verdad es que las figuras les impresionan mucho», decía Itxaso entre risas.

Sofía Giraldo, Zuriñe García y Águeda Ojeda, parte de la organización del desfile de la ballena, confesaban que lo más bonito es «ver cómo la gente se une para ver a Baly o la ilusión de los niños cuando pasan los animales». Aunque algunos llevan más años participando, en su caso es el primero. «Es una oportunidad para hacer cosas en Aste Nagusia durante el día».

Aunque es leal a Marijaia, la joven Eztizen Gómez no se pierde un solo año el desfile. «¡La que más me gusta de todos es la ballena!», decía. «Somos de Santutxu y menos mal que nos han guardado el sitio. Estas tradiciones las hacemos cada año en familia y no las podemos perder. ¡Nos pasamos el año esperando este día!», reconocía la madre, Estíbaliz Perez.

Lisset Bayona acudió ayer junto a su hijo Julio Ochoa, de 7 meses, Felipe Maldonado, de 13 años, y su marido, Martín Ochoa con un objetivo claro: que sus hijos «conozcan las tradiciones vascas». Procedentes de Colombia, confesaban disfrutar de la ballena «por el ambiente familiar» y por ser una «buena oportunidad para educarles de forma divertida».

Si algo les gusta a los niños Matthew, Aroa y Melany de la celebración son «las chuches». Originarios de Colombia y residentes en Portugalete y Bilbao, esta familia se une cada año para ver juntos a Baly. «Pasamos de unas fiestas a otras», decía entre risas Alejandro Gutiérrez. «Es un día diferente, salimos y además los pequeños alucinan con las figuras».

A medida que pasaban los minutos los pequeños Ane, Libe, Sare, Kepa y Nile comenzaban a estar cada vez más nerviosos. ¡Bueno, es que se muerden hasta las uñas!, decía Arrate, una de las madres de esta cuadrilla. «El año pasado nos pilló de vacaciones y no pudimos venir, pero esta vez sí y lo hemos cogido con muchas ganas. La ballena y los chorros de agua es lo que más nos gusta. ¡Estamos preparadas!», decían las niñas Libe y Sare minutos antes de la llegada de la comitiva.

Para Conchi, June, Rogelio, Roberto, Eneko, Nerea, Liher y Zaloa, todos amigos de Barakaldo, el desfile es un día especial. «Ellos se lo pasan pipa y nosotros también», dice Conchi. Aunque algunos ya habían ido más veces, Eneko, Nerea, Liher y Zaloa lo hacían por primera vez. «¡Llevan todo el día pensando en Baly, querían llevarse un animal a casa!», decía Nerea

Leire, Nuria y Naia aprovecharon el desfile de Baly para volver a verse tras las vacaciones. Nerviosas y algo tímidas, estas amigas de la ikastola Abusu reconocían pasárselo muy bien en la cita. «Los churros que nos vamos a comer luego también van a venir muy bien», decía Marcos, uno de los padres, entre risas. «¡Venimos por ellas, pero disfrutamos todos!».

Aunque es la primera ocasión que viene a ver a Baly con su nieta Izadi, Mari Carmen Santiago reconoce que ha acudido a la cita desde que se organizó. «Tengo 60 años y me hace sentir como una niña pequeña». Su familia estaba de vacaciones en Peñíscola pero les convenció para ir. «Es que sé que les va a encantar y que van a querer venir siempre», decía.

Paquete de patatas en mano, los 'txikis' Leire, Ekai, June, Kaiet, Elene y Oihan no podían contener la emoción. Con los ojos como platos, reconocían tener «muchas ganas de ver los animales». «Están súper emocionados. Quieren ver la ballena. Les gusta todo, pero Baly la que más. Es un día donde nos juntamos todos para disfrutar», decía Izaskun.