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La cuadrilla de Libe Abasolo tomó los primeros tragos en la plaza del Arriaga antes de desplazarse para bailar. jordi alemany
«Me da miedo perder el control por lo que me pueden llegar a hacer»

«Me da miedo perder el control por lo que me pueden llegar a hacer»

La ola de pinchazos, una nueva forma de atemorizar a las mujeres, hace que las jóvenes redoblen las medidas de autoprotección

Lunes, 22 de agosto 2022, 01:15

Salieron a las once de su barrio, San Ignacio, y sobre las cuatro de la mañana de la primera noche de la Aste Nagusia, Libe Abasolo y sus amigas, todas estudiantes universitarias de entre 18 y 19 años, se marcharon de la zona del Arriaga, ... asustadas. «Una de las chicas de al lado dijo que la habían pinchado. Se fueron y nosotras también». Habían aguantado varios incidentes. Primero, dos que se habían ido a comer algo a la Plaza Nueva soportaron los comentarios «babosos» de un personaje que por lo menos les doblaba la edad. Después, una de ellas sufrió un intento de robo en una de las txosnas. Se dio cuenta rápido y pudo evitarlo. Al de un rato, un tío de «veintitantos» le tocó el culo con saña antes de marcharse como si nada, haciendo caso omiso a sus gritos. «Dentro de lo que cabe, fue una noche bastante tranquila. Podría haber sido peor», asegura Libe.

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