«'Mendi' era un bilbaíno bueno, de alpargatas y txapela inseparable»

Miguel María Mendizabal (1933-2007) –'Mendi' para los amigos– no fue un sacerdote cualquiera. Fue el 'cura del pueblo y de los feriantes'. Un religioso «atípico» y con «mucho mundo a sus espaldas». Quienes le conocían lo recuerdan como una persona «participativa e implicada». «Bilbaíno de pro» al que le pasionaba el mundo circense. Tanto que de adolescente se animó a actuar de pueblo en pueblo hasta que a los veinte sintió la vocación religiosa.

«Su popularidad principal se centraba en el circo y los feriantes. Fueron populares sus bautizos de diversos animales en el circo y especialmente, la boda bajo una carpa circense del domador Ángel Cristo y la actriz, Bárbara Rey». Así lo recuerda José Mari Amantes, histórico de la comparsa Moskotarrak, quien este martes, en plena Aste Nagusia, ha organizado la colocación de una nueva placa en honor al religioso en el número 46 de Hurtado Amézaga, donde nació y murió a los 73 años, después de que la original fuese robada en enero. «Era un bilbaíno bueno, de alpargatas y txapela inseparable».

A este acto «sencillo y a pie de calle, como a él le gustaba» han asistido decenas de amigos, conocidos, vecinos y miembros de la corporación municipal. Desde comparseros de Moskotarrak, a quienes apoyó en iniciativas benéficas llegando incluso a servir en su txosna, hasta miembros de la Orden Botxera de Farolín y Zarambolas, músicos, artistas del circo y un puñado de concejales del Ayuntamiento de Bilbao, así como Juan Mari Aburto, Nora Abete, Asier Abaunza, Esther Martínez, Yolanda Díez, Álvaro Pérez o Paula Garagalza.

Tampoco se ha querido perder este momento Asún Martínez, la única vecina de Mendizabal que aún reside en el edificio y quien denunció el robo de la placa original. «Mi familia llegó de Gernika en 1901 y soy la cuarta generación que reside en este bloque. Con 'Mendi' éramos casi familia. Era un hombre campechano. Cada vez que se iba de viaje a Chile nos traía algo a las vecinas –decía mientras enseñaba una pequeña cartera que le regaló– y podíamos dejar incluso la puerta abierta. Él la de su casa y yo la de la mía. Nos quería un montón», comentaba emocionada.

Durante la inaguración de esta nueva placa –realizada por los mismos fabricantes que la que se colocó en 2007, meses después de su muerte, pero de metacrilato para evitar que los ladrones vuelvan a llevársela– Juan Mari Aburto también ha querido dedicar unas palabras al sobrino del payaso 'Carablanca' a quien ha recordado como «un hombre bueno». «Este es un acto sencillo, humilde y emotivo. Es importante recuperar el legado de la buena gente», ha lanzado recordando también a Íñigo Pombo, su amigo y ex concejal de Empleo y Políticas Sociales, desde diciembre de 2012 a junio de 2015. «Valoremos lo que hacen las buenas personas. Mendizabal fue un referente en una actividad que tiene mucha importancia en esta ciudad. Todos hemos sido niños y nos hemos divertido en el circo», ha añadido.

El objetivo de este simbólico acto era «mantener vivo el recuerdo» de quien también «participó de forma activa» en la Orden Botxera de Farolín y Zarambolas. «Estuvo muy integrado hasta el último momento. Iba a todas las reuniones y se interesaba mucho», confesaba Marino Montero. También el cantautor Iñaki Basade lo ha recordado como una «persona amable». «Todos los que estábamos implicados con el circo teníamos relación con él. Era como uno más», decía después de cantar una bilbainada.

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