«Ha habido gente, pero ha gastado menos»

En realidad, no es algo que haya extrañado a los profesionales de la hostelería. En Aste Nagusia siempre hay negocio y los bares y restaurantes están llenos. Eso forma parte del paisaje. Pero la marcha de la economía este año ha condicionado el nivel de gasto en todos los sentidos, y en las fiestas de un modo especial. «La hostelería también ha aumentado los precios porque está obligada a ello», reconoce. Pero es que todo ha subido, «desde la cesta de la compra a las hipotecas».

Este escenario «redunda en el gasto medio, la gente se mira un poco más el bolsillo», constata Sánchez. «En fiestas intentamos no quedarnos en casa, salimos y consumimos», pero en esta ocasión desde el sector aprecian que la clientela se ha fijado más en la parte derecha de la página del menú, donde vienen los precios.

En los hoteles, desde el sector apuntan que aún es pronto para hacer una valoración global, pero el primer fin de semana la ocupación estaba al 82%.

Por último, un protagonismo especial en los últimos nueve días lo han tenido los 600 operarios de limpieza que han retirado 589 toneladas de residuos de los distintos recintos festivos; es decir, sale a una tonelada por trabajador. El alcalde Aburto quiso ayer agradecer su labor, en la que también se incluye la retirada de 2,7 toneladas de residuos flotantes en la ría (un 22% más que en 2022) por medio de dos embarcaciones.