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El Arenal bilbaíno comienza a vestir sus mejores galas. Donde hace escasamente una semana solo había un amasijo de hierros, andamios y palés amontonados, ahora ya van tomando cuerpo las txosnas que marcarán el epicentro de la fiesta. A cuatro días de que la Aste ... Nagusia dé el pistoletazo de salida, la fiesta parece marchar a dos velocidades: mientras unos todavía están dando martillazos a la estructura, otros ultiman ya los detalles. «La clave es ir más rápido al principio por si surgen imprevistos luego», explican desde Txomin Barullo. Esta comparsa comenzó el montaje el pasado miércoles, y menos de una semana después «lo gordo ya está hecho. Vamos bastante bien». Dentro de los contratiempos que comentaban, están las altas temperaturas que les tocó sufrir el domingo al pie del cañón. «Tuvimos que parar porque era insoportable, pero lo hemos recuperado esta mañana (por ayer)».
Pero a la txosna de Txomin Barullo aún le faltan detalles importantes. «No tenemos todavía la música, que eso animaría aún más el trabajo. A cambio, somos de las pocas comparsas que ya tenemos la cerveza y el kalimotxo conectados, y hasta el calendario hecho hora a hora y día a día».
La txosna de Zaratas tampoco se queda atrás. Con la estructura ya montada, les faltan «pequeñas cosas». «Parece que no, pero los detalles siempre son lo que más retrasa el trabajo». Pese a ello, la compañía ayuda bastante. «Hay muchos voluntarios, a veces hay hasta exceso de gente». Y hablando de compañeros, en esta ocasión tienen unos particularmente molestos. «Hemos notado que este año hay un montón de bichitos blancos y moscas. Más vale que desaparezcan, porque si no nos van a dar las fiestas».
A quien aún le queda mucho trabajo por delante es a Pinpilinpauxa, aunque sus miembros aseguran ir «mejor que otros años. Confiamos en no tener las mismas prisas». Aunque siendo justos, esta comparsa tiene una dificultad añadida. «Tener escenario complica el montaje, porque además lleva mucha decoración».
Las ganas de fiesta ya se sienten en el ambiente. «Si nosotros no tenemos ganas, ¿cómo vamos a animar a los demás?», subraya Pinpilinpauxa. A lo que Zaratas y Txomin Barullo añaden que «en la barra es donde mejor se disfruta de la Aste Nagusia».
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