![«La edad ha dejado de ser un condicionante en el mundo del rock»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/08/20/biz-armando-castro-k9cC-U2201018333284aYF-1200x840@El%20Correo.jpg)
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Noche de heavy metal hoy en Abandoibarra con los veteranos Barón Rojo, acompañados esta vez por la Banda Municipal de Bilbao. Con más de cuatro décadas de carretera a sus espaldas y, pese a lo que dice su legendario himno, no tienen prisa por irse ... al infierno y prometen seguir dando mucha guerra todavía sobre los escenarios terrenales. Atiende a EL CORREO Armando de Castro, guitarrista y alma mater de la banda junto a su hermano Carlos.
- Llevan casi 45 años con la banda, una friolera de cifra. ¿Cómo se siguen motivando?
- Pues casi como cuando empezamos: nos gusta el rock and roll y afortunadamente hemos sido una de las bandas con trayectoria más aceptada dentro de lo que es el campo del metal y del rock duro. Eso nos ha ayudado a mantenernos todos estos años con una muy buena acogida. Es verdad que la escena no es la misma que en los años 80, cuando fue la explosión del género, pero la gente sigue teniendo a Barón Rojo como a una de las grandes bandas del rock en español de siempre. Seguimos emocionando a la gente y eso te da la suficiente marcha para estar ahí, al menos mientras puedas sostener una guitarra entre las manos.
- En 2019 amagaron con dejarlo. ¿Qué les hizo cambiar de opinión?
- Tuvimos cierta crisis interna en ese momento, sobre todo derivada de una pequeña falta de entendimiento entre mi hermano Carlos y yo, que somos los que hemos estado siempre en la banda. Esto nos llevó a pensar primero en ponerle un broche lucido a Barón Rojo; pero luego vino la pandemia que, pese a las evidentes consecuencias negativas, en lo positivo trajo que nos lo replanteáramos. No era el modo en el que queríamos dejarlo, no queríamos que pareciera que la pandemia había podido con nosotros. Lógicamente, todos tenemos una fecha en la que tendremos que retirarnos, pero vimos que todavía nos quedan unos cuantos años de dar guerra y decidimos seguir adelante.
- Recientemente Deep Purple, uno de los referentes de Barón Rojo, ofrecieron un conciertazo en Bilbao con 70 y muchos años.
- Claro, es que yo creo que en el mundo del rock el tema de la edad ha dejado de ser un condicionante, o al menos uno menos grave. Hoy en día la gente se conserva mucho mejor y eso provoca que haya músicos de 80 años en muy buen nivel de forma y que la gente tiene ganas de ver. Así que cuanto más tarde pueda retirarse uno, mejor que mejor, siempre que estés en un escenario haciendo algo con lo que la gente disfrute.
- ¿Es difícil mantener durante tantas décadas un grupo en el que el núcleo duro son dos hermanos?
- El ser hermanos tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Es un poco como un matrimonio, a veces tienes tus discusiones, pero sabes que hay algo muy sólido que hace que permanezca en el tiempo. Carlos y yo hemos tocado juntos casi desde que teníamos uso de razón. Hemos tenido muchos cambios de bajista y de batería, se rompió la formación original pero el grupo continuó sin ellos, así que todo esto ha hecho que la parte más sólida del grupo seamos los hermanos. Y la gente lo sabe.
- Con quien no acabaron muy allá fue con su exbajista 'Sherpa', que además sigue usando el nombre de la banda en redes para lanzar mensajes polémicos y de ultraderecha.
- Sí, es que es un personaje... Pero nosotros hemos intentado siempre mantenernos al margen de reproches. Siempre hemos creído en la expresión 'ladran, luego cabalgamos'. Hay personas que han intentado ocupar nuestro sitio pero no lo logran, porque Barón Rojo sigue siendo lo que es: el grupo que tenemos Carlos y yo con nuestro batería, Rafa Díaz, y con el bajista José Luis Morán. Los demás, que sigan con sus insidias y sus historias.
- Yendo a lo estrictamente musical, ¿cómo va a ser el concierto con la Banda Municipal de Bilbao? No es la primera vez que prueban estos formatos.
- Así es. Primero nos animó la banda sinfónica de Mislata, en Valencia, que contrataron a arreglistas para adaptar nuestras canciones. Y a partir de ahí se crea algo que hemos podido repetir con otras bandas. Es el décimo o undécimo concierto que hacemos con este formato, y además con una banda municipal tan importante como la de Bilbao. Estoy seguro de que haremos unos buenos ensayos y que a la gente le va a encantar.
- ¿Es difícil seguir innovando en el mundo del rock?
- Es difícil porque el público es muy nostálgico, siempre está echando de menos a las grandes bandas del inicio del metal como Black Sabbath o Led Zeppelin. Así que si innovas no sabes hasta qué punto la gente lo va a aceptar, parte del público del metal está muy anclado en los grandes ídolos y cuesta que salgan bandas hoy en día. Yo creo que el público tiene que reaccionar y abrir los oídos a las bandas nuevas para que puedan ser importantes y hacer buen material.
- Lo que sin duda juega a favor, en el heavy y el rock, es un público fiel que ha atraído a nuevas generaciones. Hay quien va a los conciertos con sus hijos... ¡y hasta con sus nietos!
- Sí, el rock, afortunadamente, ha pasado esa barrera de ser algo de moda, algo transitorio, algo efímero, y es ya un estilo muy consolidado que gusta a muchos generaciones. Pasa algo parecido en en el jazz o en el flamenco. Esto hace que el rock vaya a continuar, pero, como decía antes, está en un momento crítico en el que cuesta que salgan bandas. A veces de los momentos críticos se sale muy bien, así que hay que afrontarlo y confiar en el público.
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