Los feriantes desembarcan

El recinto ofrecerá 72 atracciones y casetas hasta el próximo 31 de agosto, en las que se podrá disfrutar por el mismo precio que se fijó en 2010 -las tarifas se mantienen congeladas por una crisis que también afecta a los feriantes-, un máximo de tres euros. Y las propuestas tampoco varían, con catorce aparatos infantiles y once de adultos, diez juegos de azar, cuatro espectáculos, seis máquinas de habilidad, seis churrerías, diecisiete casetas y cuatro bares con terraza. Convivirán con el circo, que llegará el 15 de agosto y se retirará el 7 de septiembre.

Precios congelados

El precio será de 2,50 euros para las atracciones infantiles y espectáculos y tres para las destinadas a los adultos -hace años llegaron a 3,30 euros y 4 o 4,20 en el caso de las especiales-. Cuando termine la Semana Grande, los feriantes cobrarán cincuenta céntimos más barato. El Ayuntamiento de Bilbao mantiene también las condiciones para el tiempo mínimo de duración de los viajes -serán, como siempre, fugaces y seguramente insuficientes para los habituales, que tendrán un margen de dos minutos para disfrutar- y el horario del recinto, que abrirá hasta las cuatro de la madrugada, la última hora sin sonido.

El 'saltamontes', la montaña rusa, la 'Tropicana' o las míticas tómbolas -con el locutor, micrófono en mano, cantando los premios arropado por unas cuantas patas de jamón, algo inamovible en cualquier estampa ferial que se precie-, globos y payasos, túneles, trenes y autos de choque se despedirán de Bilbao el último domingo de agosto y la zona deberá quedar despejada para el 3 de septiembre.