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Iñigo Crespo
Sábado, 16 de septiembre 2017, 01:22
Aún no ha llegado el momento de encender las alarmas o decretar el estado de emergencia en el Alavés, pero tampoco existe demasiado margen para enquistarse en experimentos vacíos o guardar las balas para el futuro. Luis Zubeldía deslizó ayer que los tres fichajes ... que llegaron a Vitoria en los dos últimos días del mercado de verano tienen grandes opciones de salir en el once mañana en Mendizorroza. Bojan lo hizo en Balaídos, con algunos detalles prometedores eclipsados por su error en el mano a mano de la primera mitad, Munir disputó algo más de media hora en la que logró transmitir cierta sensación de peligro, mientras que Medrán se quedó en la grada por decisión técnica. Ante el Villarreal, sin embargo, los tres tendrán su oportunidad.
«Bojan ya fue titular contra el Celta y, en cuanto a Munir y Medrán, es un buen momento para contar seriamente con ellos de inicio», avanzó el entrenador, consciente del impacto que puede tener el duelo de mañana en el destino del conjunto albiazul. Se trata del estreno ‘real’ de los vitorianos en Mendizorroza, después de que el Barcelona impusiera su ley ante un equipo todavía sin costuras y a la espera de sus piezas más desequilibrantes. Eso sí, el técnico argentino, advirtió de que la versión de su tropa se encuentra aún alejada de lo que persigue. «Es imposible que hoy queramos tener el formato o la versión ideal, pero no quita que podamos sumar y mejorar muchos aspectos», admitió Zubeldía, crítico con la marcha que ha firmado el conjunto albiazul.
«Si digo que vi cosas muy buenas o que me gustó lo que vi, te estoy mintiendo. Es cierto que hay algunos indicios positivos, pero tenemos que mejorar todo y a partir de ahí llegarán los resultados», sentenció el entrenador albiazul. Zubeldía recordó que la formación de un bloque de fútbol es un proceso largo y complejo, sobre todo cuando los resultados iniciales no acompañan y el equipo debe remar contra corriente mientras encaja sus piezas en marcha. Y más cuando las incorporaciones más representativas aterrizaron a escasas fechas de que se disputara la tercera jornada de Liga.
«Son varios jugadores nuevos. No todos pueden pensar igual. En un grupo humano hay diferentes personalidades y culturas futbolísticas. Ensamblar eso no es sencillo, y menos cuando de tres partidos no ganamos ninguno. Es lógico tener que charlar para revertir una situación que no queríamos», reconoció el argentino, que intenta estrenar su casillero para evitar que el nerviosismo y el pesimismo se instalen en el entorno y en el vestuario, además de premiar el aliento de su afición.
Con sus nuevas modificaciones, Zubeldía confía en alimentar la voracidad de sus delanteros, que no han gozado de demasiadas oportunidades en el primer mes de competición, y lograr un mayor control y dominio de la pelota a través de Medrán, llamado a ordenar las ideas del centro del campo albiazul.
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