El Valladolid llega a Mendizorroza al límite tras sumar una victoria en once partidos

«Por muchas piedras que haya en el camino, las sacaremos todas, porque el equipo compite, genera situaciones de gol, es capaz de reponerse y, aunque está siendo muy duro mentalmente, tenemos que ponernos la tirita y seguir adelante». Fue la reflexión de un Sergio González abatido tras el penalti (VAR mediante) que permitió al Getafe igualar el último partido en el Nuevo Zorrilla. Una acción que privó al Valladolid de salir de una racha menguante donde solo ha conseguido una victoria en las últimas once jornadas.

Seis puntos de 33 posibles les han llevado a dilapidar una ventaja de cuatro sobre el descenso y de siete sobre el Villarreal. Es decir, el margen de seguridad que manejaban allí por el mes de enero. Casi nada, en realidad, ha sido normal en la campaña que protagoniza el Valladolid en su regreso a la máxima categoría. Baste decir que su única victoria en los dos últimos meses largos de competición llegó en Ipurua. El casi inexpugnable feudo del Eibar. Pero allí los pucelanos protagonizaron una de las gestas de la temporada al remontar el partido con dos goles (1-2) en el descuento.

La montaña rusa ha sido el vehículo elegido por los pucelanos, que han vivido todo tipo de altos y bajos y, casi siempre, bajo el Gran Hermano del VAR a modo de justicieron observador. Como en aquel partido ante el Real Madrid donde se les anularon tantos consecutivos y desperdiciaron un penalti. Entonces, fue el quinto consecutivo que fallaron en la competición. Hace apenas quince días, el Leganés les hizo el 1-0 definitivo en el minuto 95.

Casi nada ha resultado normal en la temporada de un equipo que tras tartamudear en cinco jornadas iniciales sin triunfo, encadenó posteriormente un discurso elocuente con cuatro victorias consecutivas (Levante, Villarreal, Huesca y Betis). Es decir, una serie de doce de doce que, por ejemplo, el Alavés nunca ha firmado en sus catorce temporadas en la máxima categoría. Todo pareció despejarse para un equipo que cerró la primera vuelta con 22 puntos, por encima de la media necesaria para firmar la permanencia. Después, sin embargo, solo nueve más en 13 partidos y un triunfo en los once últimos duelos.

Así que el Valladolid se presentará en Mendizorroza con todas las urgencias, aunque bajo la perspectiva de que el próximo martes afrontará igualmente un duelo clave en casa ante el Girona, otro de los equipos que, poco a poco, se ha metido en arenas movedizas. Ahora, con el Huesca y el Rayo Vallecano casi desahuciados en la pelea por la salvación, la escuadra pucelana buscar evitar una carambola que no se produce desde la temporada 1996-97. Que los tres equipos ascendidos a la Primera División regresen a Segunda por la vía rápida.