El uruguayo Guillermo Varela es la primera opción del Alavés para ocupar el carril derecho

Se trata de un lateral ofensivo que encarna todos los valores de un jugador sudamericano. Encarador, descarado, aguerrido, rápido en conducción y con buen pie para lanzar centros o disparos desde el borde del área. Recursos que le valieron para ser uno de los fijos del Real Madrid Castilla de Zinedine Zidane. Y es que en su trayectoria, a pesar de contar con tan solo 27 años, figuran varios episodios singulares.

A los 18 debutó con el primer equipo de Peñarol, el club más laureado de su país y desde el que dio el salto al Manchester United. Sin oportunidades en el primer equipo, salió cedido a la capital a petición expresa del técnico francés, del que Varela guarda un gran recuerdo. «Siento que crecí mucho como futbolista bajo su guía», señaló recientemente. Su gran temporada en Segunda B le valió para regresar a Inglaterra y debutar en la Premier League y en la Champions de la mano de José Mourinho. Sus lagunas defensivas no le permitieron tener continuidad y el técnico luso le recomendó una nueva cesión para seguir progresando.

Su siguiente destino fue el Eintracht Frankfurt. Bajo el mando de Niko Kovac se familiarizó con el 3-5-2, similar al que utiliza Pablo Machín. Le costó entrar en el once, pero finalmente se hizo con el puesto de carrilero derecho. Iba a ser partícipe de la final de Copa contra el Borussia de Dortmund hasta que todo saltó por los aires. Se hizo un tatuaje, se le inflamó y el club germano lo consideró como «comportamiento negligente». De nada le sirvieron al uruguayo sus explicaciones. «Me pregunto qué haría el Real Madrid con Sergio Ramos, que se tatua cada semana».

Eintracht y United rescindieron el contrato del jugador, que decidió volver a Peñarol para intentar jugar el Mundial de Rusia. Cumplió su sueño. Entró en la convocatoria y comenzó el torneo como titular, escaparate suficiente para regresar a Europa. Aceptó la oferta del Copenhague, donde ha encontrado la estabilidad. La pasada temporada disputó un total de 45 partidos en todas las competiciones, siendo una de las revelaciones de una Europa League en la que alcanzaron los cuartos de final. Ahora pretende dar un paso más y crecer de la mano de un Alavés necesitado de refuerzos. Busca un centrocampista con talento y se guarda a Larrazabal (extremo derecho del Athletic, sin casi minutos en Primera) en la recámara por si se tuerce la llegada del uruguayo.