Revulsivo en Primera

El último peldaño de la ascensión de Adbe desde 3ª RFEF

El extremo surgido de tres canteras vitorianas, Iru Bat, Ariznabarra y Aurrera, bien pudo ser el héroe del ascenso a Primera del Alavés. Su disparo colocado en la segunda parte de la agonía del Ciutat de Valencia se quedó a escasos centímetros de pasar a las páginas de gloria de la historia del club. Hubiera significado la culminación una ascensión imparable tras una temporada igual de intermitente que su juego. Capaz de desaparecer durante una hora de partido para luego emerger a lo grande.

Las cualidades de regateador de Abde son una especie en extinción en el mundo del fútbol. Bien lo saben en el seno del club, que confía en que el extremo sea también desequilibrante en su debut en Primera División según las fuentes consultadas. Que mantenga ese rol de revulsivo con el que fue capaz de resolver una eliminatoria de play off a los 44 segundos de partido. En 1.208 minutos de juego, fue titular en trece partidos y marcó tres goles. La cifra no es descollante pero significó una victoria contra el Burgos, un empate ante Las Palmas y el empujón definitivo hacia la gloria ante el Eibar.

Aunque su valor va más allá de las veces que perfora la portería Abde es un jugador capaz de progresar y aguantar el balón, con lo que eso supone dentro de un engranaje que pasará más tiempo conteniendo ataques que manejando la posesión. Por sus condiciones, está mucho más asociado a la inspiración que al rigor táctico. No se achanta por un contexto desfavorable o una bronca del entrenador. Hasta los 12 años se formó en las calles de Blida hasta los 12, donde solo importaba sortear rivales de cara al gol. Con lo que su naturalidad le impide actuar de forma académica.

Para rendir, extremos así necesitan que un entrenador les respalde, confíe en su descaro y les anime a arriesgar sin importar las consecuencias. Abde requiere que Luis García potencie su improvisación y habilidad con el balón para así comprometerle defensivamente en el equipo. Así lo hizo el técnico en el tramo final de la temporada, cuando el Alavés adolecía de chispa y pegada en la zona de ataque.

Esa parcela donde la inspiración natural se sigue imponiendo al fútbol de academia y se espera explotar el potencial de Alkain. El extremo guipuzcoano fue de los mejores de la pasada pretemporada y se fue apagando con el paso de las jornadas hasta ser prácticamente intrascendente. Según ha podido saber este periódico, muchos equipos de Segunda se han interesado por su situación, pero el Alavés confía en sus prestaciones. Solo le dejará salir cedido si encuentra un jugador libre que rinda más con un salario menor, algo complejo. En principio, las bandas quedarán reservadas para Rioja, el fichaje que se pretende y el revulsivo de Abde.