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El Alavés y Manu García han comenzado a dialogar con el objetivo de que el capitán albiazul pueda renovar su contrato, que concluye en junio de 2018. Solo se ha tratado de un primer acercamiento, pero el paréntesis navideño ha servido para que ambas ... partes inicien los contactos formales. Algo que no había sucedido con anterioridad pese a que el centrocampista vitoriano es, junto a Alexis, el único jugador alavesista cuya vinculación con el club expira al final de la presente temporada.
La toma de contacto inicial ha llegado en un momento simbólico. Porque todos los futbolistas que quedan libres cuando concluya la campaña en curso se encuentran facultados para negociar con cualquier equipo a partir del 1 de enero. Es decir, desde mañana. El Alavés ha decidido efectuar su movimiento antes de esta fecha para al menos mostrar el interés en contar con Manu García también durante las próximas temporadas.
En principio, la intención es que la continuidad del futbolista albiazul de 31 años pueda concretarse durante los primeros meses de 2018. Sin llegar a la situación que se vivió en el verano de 2016, cuando el capitán del equipo solo alcanzó un acuerdo para extender su contrato por dos campañas el 1 de julio, a pocos días del inicio de la pretemporada. Por el momento, eso sí, solo se ha tratado de un tanteo entre las partes y las cuestiones económicas y las de duración del posible nuevo vínculo se encuentran en el aire. Dentro de un contexto donde Manu García se encuentra en la escala media-baja de la plantilla en cuanto a salario.
El centrocampista vitoriano, que suma su sexta campaña consecutiva en el Alavés, celebró en el último partido de 2017 ante el Málaga su bicentenario como albiazul. El club, a través de su presidente Alfonso Fernández de Trocóniz, le agasajó con una camiseta con el número 200 en la espalda. Un Manu García que ya es historia alavesista -dos ascensos- y que ha contado desde su llegada a Mendizorroza para todos los entrenadores. Solo la temporada pasada, en la que debutó en Primera con 30 años, pasó una pequeña temporada en el banquillo en el inicio del ejercicio. Después, acabó por consolidarse como titular indiscutible, algo que se ha repetido esta campaña con tres técnicos diferentes en el banquillo.
Aunque el Alavés no se ha prodigado en los últimos años con las renovaciones de futbolistas durante el transcurso de la temporada, sí han existido excepciones. El pasado mes de febrero, el club vitoriano extendió los contratos de Pacheco y Laguardia, dos de las piezas clave, hasta junio de 2020. Eso sí, ese pacto llegó poco después de que la entidad albiazul constatase que sus esfuerzos por renovar a Kiko Femenía resultaban estériles debido al acuerdo del lateral con el Watford inglés. Meses mas tarde, ya con la campaña deportiva finalizada, tampoco hubo fumata blanca con Toquero. Sí existió un entendimiento hace apenas unas semanas con el canterano Martín Aguirregabiria, que tras su irrupción en el primer equipo vio cómo en solo quince días su contrato se prorrogaba hasta 2021.
La política general del club, en realidad, ha apuntado en los últimos meses a las vinculaciones largas con sus jugadores para tratar de crear patrimonio deportivo y evitar posibles fugas sin pasar por caja. Así, el Alavés firmó el pasado verano por cuatro campañas, entre otros, a Maripán, Sobrino, Burgui o Ely.
El Villarreal ha insistido en los últimos días en su interés por repescar a Alfonso Pedraza durante este mercado invernal. El conjunto castellonense se ha puesto en contacto con los dirigentes albiazules, aunque hasta el momento el Alavés sigue firme y se niega a que uno de sus puntales ofensivos regrese al Madrigal durante el mes de enero que arranca mañana.
La entidad alavesista se encuentra en una posición de fuerza, ya que en el contrato de cesión que se firmó el pasado verano no se incluyó cláusula alguna para facilitar el retorno de Pedraza al Villarreal en enero. Una situación contraria a la que vivió el jugador la pasada campaña, donde disputó la primera parte de la temporada en el Lugo para finalizarla en el Leeds inglés. En aquella ocasión su club hizo uso de una cláusula que le permitía rescatarlo del conjunto lucense a cambio de 300.000 euros.
En definitiva, el Villarreal no dispone ahora de una herramienta directa para lograr el regreso de Pedraza, aunque se trata de un club ‘amigo’ que ya la campaña pasada cedió al Alavés a Espinoza y Pantic. Es decir, con capacidad para presionar y ofrecer contraprestaciones interesantes. De momento, el club albiazul no cede.
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