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La temporada del Alavés en seis momentos
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Éxito ·
El equipo albiazul ha sabido sortear todos los obstáculos para formar un bloque competitivo que, con muchos jugadores jóvenes, no ha dejado de progresar en toda la campañaLa configuración del nuevo proyecto pilló al Deportivo Alavés con el pie cambiado por una mera cuestión de fechas. El equipo albiazul tuvo que esperar hasta bien entrado el mes de junio para saber en qué categoría iba a jugar en la temporada 2023-24. ... Aquel inolvidable gol de penalti de Villalibre en el minuto 129 en el Ciutat de Valencia. Donde normalmente hay un mes y medio para dar forma a la plantilla entonces había apenas tres semanas. Y después vino la grave lesión de Giuliano en pretemporada, lo que trastocó aún más los planes de Sergio Fernández y Luis García.
Así, con menos tiempo de preparación de lo habitual, el conjunto babazorro se presentó en Cádiz (1-0) sin Samu, Sola, Tenaglia... Con Blanco recién aterrizado. Y con un esquema poco habitual de tres centrales que dejaba claro que este Alavés estaba todavía por hacer.
Aún iba a costar, pero la primera comparecencia en Mendizorroza dejó claro que el equipo albiazul iba a dar guerra en su regreso a la elite. Que, más allá de los mimbres, carácter competitivo le sobraba.
4-3 al Sevilla en un anticipo de lo que estaba por llegar. Sobreponiéndose a un 1-2. Goles de Rioja, Duarte y doblete de Kike García. El primer gran partido en casa, para deleite de una afición que después ha asistido a nueve victorias, cuatro empates y seis derrotas de su equipo. El séptimo mejor conjunto de Primera como local (31 puntos) por detrás de Real Madrid (51), Atlético (49), Girona (47), Barcelona (46), Athletic (42) y Betis (34).
El Alavés se dio cuenta pronto de que la Primera División no iba a ser un camino fácil. Ganó los dos primeros partidos en Mendizorroza (Sevilla y Valencia), pero después entró en una mala racha de siete jornadas sin conocer la victoria. Fueron cuatro derrotas (Rayo, Athletic, Osasuna y Atlético) y tres empates (Celta, Betis y Villarreal). Cuatro puntos de 21 posibles que, tras caer en el Metropolitano (2-1), dejaban a los albiazules en la frontera de la zona de descenso, con tres de renta sobre el antepenúltimo clasificado.
Las sensaciones, en cualquier caso, no eran tan negativas como las cifras. Los colchoneros y los bilbaínos fueron los únicos que habían superado con cierta claridad a los vitorianos, que habían merecido más en otros partidos, incluidas algunas decisiones arbitrales controvertidas en Vallecas y Vigo o en casa contra Osasuna. En este contexto, el encuentro frente al Almería se presentaba como la primera gran reválida de los albiazules en su regreso a Primera.
Uno de esos encuentros que había que sacar sí o sí. Y el equipo, aunque ganó por la mínima (1-0), respondió con madurez para dominar un duelo que mereció sentenciar mucho antes. Tuvo que esperar al gol de Sedlar en el minuto 79. El central, el jefe de la defensa hasta entonces, fue el gran protagonista de aquella jornada. Fue el héroe por el gol, pero se lesionó de gravedad y dijo adiós a la temporada. El Alavés, con el paso adelante de Abqar y Rafa Marín, también se sobrepuso a aquel duro golpe.
El Alavés de Luis García ya vivió un diciembre negro en Segunda División. Cuatro derrotas a las que siguió una reacción poderosa después del parón navideño (siete victorias en ocho jornadas). En Primera se ha repetido el patrón. Tres derrotas consecutivas (Las Palmas, Girona y Real Madrid) que le llevaron al descanso invernal tres puntos por encima de la zona roja. Pero volvió a resurgir potente otra vez, como canta su himno. Empate en la visita a la Real Sociedad (1-1) y triunfos consecutivos frente al Sevilla (2-3, con gol de Duarte en el descuento), el Cádiz (1-0) y el Almería (0-3).
Golpe de efecto para poner rumbo a la permanencia. La mejor racha de la temporada junto a la que ha protagonizado en el tramo final: victorias ante el Atlético, Celta y Valencia y empate contra el Girona para volver a sumar diez puntos de doce posibles. Era también el mejor momento de Samu Omorodion, que en Almería –doblete– empezó una ráfaga de cuatro dianas en tres jornadas. El delantero melillense, máximo artillero del conjunto babazorro (8), se estancó después, ya que su último tanto data del 10 de febrero contra el Villarreal en Mendizorroza.
El otro gran protagonista de aquella abultada victoria en Almería fue Antonio Sivera, en una de las muchas grandes actuaciones que ha tenido esta temporada en la portería albiazul, que le han granjeado varias sonoras ovaciones de Mendizorroza.
Poco que reprochar al Deportivo Alavés en una temporada en la que no ha tocado los puestos de descenso en ningún momento, pero sí hubo un momento de duda, seguramente inmerecida, cuando tres derrotas seguidas (Athletic, Real Sociedad y Granada) rebajaban el colchón a siete puntos con siete jornadas por disputar.
El motor albiazul parecía haber gripado con un balance de una victoria en nueve jornadas (6 puntos de 29 posibles) y Luis García revolucionó el once para cambiar el rumbo. No es fácil sentar a piezas indiscutibles como Guevara, Rioja o Samu para dar entrada a secundarios como Benavídez, Giuliano o Kike.
El propio entrenador reconoció después que en su momento tuvo dudas porque «nunca sabes si va a salir bien», pero la apuesta no pudo ser más positiva. Todos los jugadores aceptaron con naturalidad los cambios y los nuevos roles. Y el equipo respondió con tres victorias seguidas que le catapultaron a una permanencia inesperadamente tranquila. La primera, el día de aquella revolución, ante el Atlético en Mendizorroza (2-0) y con protagonismo para los implicados en aquella mutación.
Benavídez destiló jerarquía en el eje del equipo y abrió el marcador que cerraría en el descuento un Rioja fresco que acababa de ingresar en el terreno de juego. Golazo del extremo sevillano, el de más bella factura de todo el campeonato para el Alavés, para espantar cualquier incertidumbre y encarrilar una salvación que quedarían zanjada una semana después ante el Celta.
Si hay una jornada redonda en la temporada albiazul es la del 3-0 al Celta. Qué tarde la de aquel día en el que se celebraron de la mano el centenario de Mendizorroza y una victoria extraordinaria que aseguró la continuidad del Alavés en Primera. La oficialidad de las matemáticas tuvo que esperar una semana, al triunfo del enrachado conjunto babazorro en Valencia (0-1), pero el propio Luis García ha reconocido después que fue tras ganar al conjunto gallego cuando ya se vieron salvados. Y lo celebraron como tal sobre el césped.
Fue tras otro vibrante ejercicio del fútbol emocional e intenso que caracteriza a este Alavés. Una superioridad aplastante, rubricada por los goles de tres trabajadores incansables que encarnan a la perfección ese estilo, Giuliano, Benavídez y Guridi, que por fin se quitaba el gafe de cara a la portería contraria. Otro valor añadido a la celebración, tan anhelada como era la diana del imprescindible centrocampista azpeitiarra.
Partidazo, goles, permanencia, víspera de San Prudencio... Y fiestón en una increíble comunión con la grada entregada. Puro sentimiento albiazul. Y de pertenencia. El mejor homenaje posible a Mendizorroza. El día que el vetusto estadio vitoriano cumplía cien años, el 27 de abril, la afición alavesista lo engalanó con varios tifos impresionantes en una jornada festiva que había empezado muchas horas antes en la fan zone habilitada a tal efecto. «Estoy muy contento, es una gozada ver este ambiente», se felicitaba Luis García.
El Alavés de Luis García ha sido fiel a sí mismo hasta el último segundo de la competición. Con un compromiso intachable en Las Palmas pese a que no había nada en juego (1-1). Como antes lo había hecho, ya una vez salvado, frente al Girona (2-2), el Valencia (0-1) o el Getafe (1-0). Menuda recta final del equipo albiazul –cuatro victorias, dos empates y una derrota, en casa del campeón–.
Y con un equipo muy joven que invita a la ilusión de cara al futuro. Personificado en el Estadio de Gran Canaria en la figura de Eneko Ortiz (Miranda de Ebro, 2003), lateral izquierdo del filial, que debutó en Primera el día de su 21 cumpleaños.
El sexto jugador del Alavés B que ha tenido minutos en el primer equipo esta temporada: Víctor Parada (179 minutos entre Liga y Copa), Selu Diallo (96), Unai Ropero (78), Tomás Mendes (49), Eneko (13) y De León (3). De los 33 futbolistas utilizados durante el curso por Luis García, más de un tercio (12) tienen vínculos con la cantera de Ibaia: los seis mencionados, Abqar, Abde, Javi López, Owono, Guevara y Panichelli.
Al entrenador madrileño no le ha temblado el pulso a la hora de recurrir al fútbol base y, además, ha apostado fuerte por promesas ya asentadas como el carrilero canario o el central marroquí, que se han consolidado en la máxima categoría del fútbol español. «Se están poniendo las bases del futuro», dijo Luis García tras el último partido liguero.
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