Sivera se probará antes de decidir si juega ante el Rayo

A pesar de ello, la complejidad de este tipo de lesiones, que requieren de un tratamiento individualizado con cada futbolista, hace que los servicios médicos del Alavés vayan con cautela. El pasado 17 de marzo, después de una semana entera en reposo, Sivera volvió a entrenar. Se enfundó los guantes y tocó balón, haciendo ejercicios de portería. Sin embargo, durante esos cinco días de trabajo con los que se inició el parón de selecciones, el capitán no entró en los partidillos ni se expuso a recibir disparos o golpes en la cabeza.

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En el arranque de esta semana, el alicantino ha vuelto a entrenar con el grupo sin limitaciones. Y en estos dos entrenamientos previos al Rayo, Sivera y el cuerpo técnico y médico albiazul verán cómo evoluciona y se siente para estar bajo palos el sábado en Mendizorroza. El alicantino lleva varios días trabajando en Ibaia junto a Jesús Owono, ya recuperado de su esguince en la rodilla derecha, y Adrián Rodríguez. Los tres están a disposición de Coudet.

«Hace varios años que estoy trabajando con ellos y sé lo difícil que es jugar un partido en Primera. Les veo trabajar muy bien, con mucha ilusión y eso es lo más importante. Es una gran noticia que el Alavés pueda contar con tres porteros de un nivel tan alto», reconoció el capitán poniendo en valor a sus compañeros de meta. Ambos han jugado ya esta temporada en Liga (cuatro partidos el ecuatoguineano y dos el mallorquín) demostrando que pueden competir en la élite.

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Además, los dos partidos con Guinea Ecuatorial de esta ventana le han servido a Owono para recuperar el ritmo competitivo. El portero, que sufrió un esguince en su rodilla derecha en la previa de la derrota (0-1) frente al Getafe del 9 de febrero, ha disputado los 180 minutos de juego ante Santo Tomé y Príncipe (2-0) y Namibia (1-1) con la 'Nzalang'. Después de un mes de baja, el canterano volvió a entrenar con el grupo en la previa frente a Las Palmas pero, a pesar de sus esfuerzos, no llegó al partido, ocupando Adrián Rodríguez la portería vitoriana en el estadio de Gran Canaria.

El cancerbero mallorquín dejó buenas sensaciones frente al Villarreal y Las Palmas. «He aprovechado mi oportunidad», reconoció en este periódico. Y ahora, después de estar todo el parón trabajando con el grupo en Ibaia, lucha por tener más minutos bajo palos. Aunque, por galones y rendimiento, Sivera es el número uno sin discusión para Coudet.

Desde que llegó a Mendizorroza en el verano de 2017, el alicantino no había vivido una temporada como esta. «Este año está siendo difícil, como una noria», apuntó en la web albiazul un capitán golpeado por las lesiones. El 22 de diciembre, en Mestalla, Sivera se rompió el dedo índice de su mano izquierda tras una patada de Hugo Duro. Estuvo seis semanas de baja después de pasar por el quirófano, perdiéndose cuatro partidos. Y el 8 de marzo, frente al Villarreal, recibió un rodillazo de Ayoze en la cabeza que le provocó un traumatismo craneoencefálico y una herida en el labio de la que fue intervenido para su reconstrucción.

«De todo se aprende. Lo que no te mata, te hace más fuerte. Estoy centrado en mejorar y en recuperarme bien para tratar de ayudar al equipo en todo lo que pueda, ya sea dentro o fuera del campo», lamentó un Sivera al que le dan «mucha rabia» estas «pequeñas lesiones que te apartan y te cortan un poco el ritmo». A pesar de ello, el guardameta tiene la «ilusión» de volver a recuperar su «mejor nivel». Y para ello se ha empleado a fondo en el parón de selecciones en Ibaia para estar disponible para la final por la permanencia ante el Rayo.