Sivera luce el brazalete por primera vez y sostiene al Alavés con sus paradones

El pasado mes de agosto, Antonio Sivera fue designado primer capitán del Deportivo Alavés. El portero valenciano, que aterrizó en Mendizorroza en 2017, cumplía su octava campaña en Mendizorroza (en el final de la 2019-20 estuvo cedido en el Almería) y se convertía en el guardián del brazalete tras el adiós de Rubén Duarte. Sin embargo, tardaría 16 jornadas en lucirlo sobre el césped.

En un primer momento, los albiazules optaron porque fuera un jugador de campo el que lo llevara durante los encuentros para así poder hablar con mayor 'facilidad' con el árbitro. Una situación que hizo que en los primeros 15 partidos ligueros fueran Benavídez, Guevara y Tenaglia (los otros tres capitanes tras el adiós de Luis Rioja rumbo al Valencia) los que lucieran el brazalete.

Sin embargo, en el primer partido de Coudet con el Alavés en Liga, fue Sivera el que llevó la ikurriña en su brazo. Ante Osasuna, el portero ejerció de líder, como lleva haciendo toda la campaña en el vestuario, también en el césped, hablando con el colegiado Soto Grande en jugadas claves como la del penalti revisado pero no decretado por el VAR.

Después, en la segunda mitad, llegarían sus paradones habituales. Aunque encajó dos goles, sus manos evitaron un mal mayor. Realizó una intervención llena de reflejos a Catena previa al 1-1 a Budimir. Sacó el remate del central a bocajarro con un vuelo imposible. Luego, evitó el gol del croata con otra mano, aunque la jugada fue invalidada por fuera de juego. Y al final, preservó el 2-2 con sus pies tras bloquear un remate de Raúl García desde el área pequeña. El capitán volvió a vestirse de héroe.

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