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Samu y Abde buscan el remate en el partido del Alavés en Granada. Fermín Rodríguez
Los signos de un Alavés atascado

Los signos de un Alavés atascado

Falta de fluidez colectiva, piezas clave en baja forma y alternativas por explorar dan forma a una aridez ofensiva ratificada por los números

Iñigo Miñón

Vitoria

Jueves, 18 de abril 2024, 00:19

El Deportivo Alavés encadena tres partidos sin marcar. 316 minutos en total, lejos aún de los 481 que estuvo entre las jornadas 14 y 19. Son cuatro desplazamientos seguidos sin ver puerta. Son solo dos goles en los últimos siete encuentros: el de Benavídez al Mallorca (1-1) y el de Gorosabel al Rayo (1-0) en aquella victoria clave que parecía rubricar una tranquilidad liguera que, casi seis semanas después, sigue sin quedar zanjada. Traducido a posiciones en el campo, son casi setecientos minutos (695) sin que los atacantes albiazules besen la red, desde que lo hiciera Samu hace más de dos meses ante el Villarreal.

Casi doce horas sin que los delanteros ni la segunda línea del conjunto vitoriano marquen un gol. No han sido tantos en todo el campeonato, en realidad. Ocho de Samu, cuatro de Rioja (tres de penalti), tres de Kike (uno desde los once metros) y uno de Abde. Faltan los de Guridi, Sola, Carlos Vicente, Hagi, Giuliano, el recién reincorporado Panichelli... Un mal endémico de toda la temporada que cobra más relevancia en este tramo liguero en el que el ataque babazorro parece haber gripado.

695 Minutos

Tiempo que llevan los atacantes albiazules sin marcar. Los últimos fueron Benavídez y Gorosabel.

Eso dicen los datos. Los registros goleadores y los de producción. Porque el Alavés, que promedia doce tiros por encuentro en todo el campeonato (3,5 a puerta), ha bajado sus promedios a ocho (2,5) en los últimos seis partidos, condicionados todos por lo mucho que les ha costado generar ocasiones a los vitorianos. Especialmente elocuente fue el derbi ante la Real, saldado con cero disparos a la portería de Remiro, aunque tampoco las dos últimas salidas, Athletic y Granada, fueron fructíferas a nivel ofensivo. Hay menos fluidez.

Álex Sola, el que más regatea

Un aspecto que preocupa especialmente a Luis García Plaza, que en Los Cármenes recurrió al doble delantero (Samu y Panichelli) cuando en su decálogo futbolístico la figura del mediopunta, en este caso Jon Guridi, es prácticamente innegociable, especialmente en casa, cuando, por norma, vas a tener más la pelota.

El centrocampista azpeitiarra no atraviesa por su mejor momento –lo reconoció él mismo–, pero tampoco el propio ariete melillense (578 minutos sin marcar, su peor racha en el Alavés) o Luis Rioja, que encadena 24 titularidades consecutivas. El guipuzcoano, uno de los intocables, fue la primera pieza ofensiva sacrificada después de que el técnico dijera que había que «agitar el árbol» en busca de «piernas frescas».

Llegadas

En las últimas jornadas el equipo albiazul ha bajado en cuatro disparos su producción por partido

Las de Panichelli, el sorprendente revulsivo inicial elegido en Granada. El cambio, a la vista estuvo, no funcionó. Ahora esperan su oportunidad otros como Kike García (10 jornadas sin entrar en el once), Álex sola (4) o Abde (12). El juego ofensivo alavesista se antoja más redondo con la figura del murciano, más participativo en el plan colectivo –juego de espaldas, descargas a bandas–, y el donostiarra sigue siendo el albiazul que más regates ha hecho en el campeonato pese a su notable disminución de protagonismo.

Son algunas de las opciones de Luis García en el duelo ante el Atlético, en el que la posesión, a priori, corresponderá a los rojiblancos (51% y 42% en la estadística global; 64% y 36% en el choque del Metropolitano).

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