Sergio Fernández quiere «un defensa y un mediocentro»

El disparo al centro del campo, una zona que parecía ya cerrada tras varios fichajes, desliza una declaración de intenciones. Para esa demarcación, Javi Calleja ya cuenta con Pina, Loum, Pons, Moya, Abdallahi y el comodín de Manu García, que también ha partido en pretemporada desde la banda izquierda pero cómodo en posiciones centrales. Incluso Iván Martín se puede sentir cómodo partiendo desde la zona ancha en vez de hacerlo desde la derecha. Por eso, el objetivo de fichar otro centrocampista avanza que la posibilidad de jugar con tres medios es real. Un 4-3-3 que refuerce la intención de manejar la pelota. Que uno de ellos sea el pivote posicional, otro se encargue de un rol más físico, de ida y vuelta, y el tercero complete la zona con labores de creación. Ese movimiento también avanza una posible salida de Abdallahi en forma de cesión, toda vez que ha sido el último centrocampista de rotación durante la pretemporada. Calleja, en cualquier caso, es un técnico acostumbrado a trabajar con varios dibujos y de una notable flexibilidad táctica. En su libreto está la idea antes que la estructura.

Que el otro foco se dirija hacia la defensa, una zona sin apenas novedades, es más lógico. Solo hay tres centrales puros: Laguardia, Lejeune y Tachi, con el comodín de Ximo. Y, de ellos, solo el francés destaca por su salida de balón. Para un equipo que en sus amistosos ha querido construir desde casi la línea de fondo, tener la posibilidad de doblar su amenaza en esa faceta es una oportunidad a aprovechar. Aunque ninguna de estas intenciones significa que el Alavés vaya a fichar. Las pretensiones son claras, pero también la realidad económica. «La incertidumbre es bastante compleja. Nos gustaría mejorar el equipo en la medida de nuestras posibilidades y si se diera el caso estar preparados para hacerlo. Lo que nos vaya ofreciendo el mercado. Estamos satisfechos con cómo se está desarrollando», volvió a recordar Fernández.

Más allá del dinero disponible en la cuenta corriente, un factor clave a tener en cuenta es el límite salarial, la cantidad máxima que un club puede invertir en sueldos. El mismo que ha colocado a Messi a los pies de la torre Eiffel tras desarmar al Barcelona y que tiene a varios equipos sin poder inscribir a varios jugadores. Aunque tuvo al Alavés con la soga al cuello en temporadas pasadas, ahora el club vive con margen. Uno que le permitirá contar con todos su fichajes en la jornada inaugural.

Pero las restricciones son evidentes y Fernández asumió que la realidad tendrá que cambiar si aspiran a sumar a esos futbolistas con los que quieren contar. «Nuestra situación económica es estable, pero con la dificultad que ha generado la situación económica general. Tendremos que regular nuestro balance presupuestario si queremos incorporar algún futbolista más», sentenció. El camino más directo, pero también complejo por la parálisis global, es dar salida a algunos jugadores que no logren hacerse un hueco. En ese frente están el propio Abdallahi y Saúl, uno de los tres laterales zurdos de la plantilla.

En cualquier caso, el Alavés tiene a su favor que la columna vertebral de la plantilla ya está consolidada. El once que forme ante el Real Madrid apenas necesitará retoques. Por eso, el club puede permitirse esperar. El tramo final del mercado tiende a deparar oportunidades que en otros momentos estarían descartadas. Así llegó, por ejemplo, Munir. Mientras el Alavés afina su economía, bucea en el mercado en busca de los dos jugadores que le permitan culminar una plantilla para la tranquilidad.