Sedlar vuelve de urgencia y con expulsión

El entrenador madrileño no esperó y en la segunda jornada de LaLiga, en el debut del Deportivo Alavés en Mendizorroza, le metió en el once dejando Sedlar atrás su calvario. El '4' jugó con solvencia hasta que se vio obligado a hacer una acción kamikaze y salvadora, frenando en el epílogo con su brazo a un Chimy Ávila que ya se disponía a encarar a Sivera. Un golpe agónico y una roja en el minuto 86 sin discusión que preservó el 0-0 ante el Betis. Una expulsión que ahonda en los agujeros en el eje defensivo de los albiazules, que visitarán a la Real Sociedad con sólo dos centrales como Abqar y Diarra.

Mientras el mercado continúa abierto y el Alavés trabaja para firmar al deseado zaguero, Sedlar volvió a vestirse de corto 294 días después de lesionarse de gravedad ante el Almería. Reincorporado al grupo en verano tras la rotura en el ligamento cruzado izquierdo que sufrió aquel lejano 5 de noviembre en la que marcó el gol del triunfo (1-0), el central balcánico saltó al césped sin kilómetros ni partidos.

Su regreso se esperaba para septiembre como el cole y se produjo durante las vacaciones de agosto. Luis García recuperó la pareja Abqar-Sedlar que tan bien funcionó en Segunda y en el arranque del curso pasado y el Alavés fue más estable. Y aunque Sedlar vio la amarilla en el minuto 3 dio tranquilidad a una retaguardia que fue el sustento de un equipo vitoriano que presionó hasta el extremo ahogando al Betis en grandes tramos.

El serbio asentó el muro de unos babazorroS que encontraron un filón en en el extremo aragonés. Lateral derecho en Vigo por necesidad, Vicente volvió a su hábitat natural ante el Betis y fue un cohete. Escoltado por Tenaglia, el ex del Racing de Ferrol fue un torbellino que superó una y otra vez a Ricardo Rodríguez en la primera mitad. Tan mal lo vio Pellegrini que sustituyó al lateral suizo en la segunda parte.

Vicente, primero en la derecha, luego en la izquierda cuando se cambió con Conechny, y de nuevo en la diestra, fue el gran peligro albiazul. Desbordó una y otra vez, centro con veneno, marcó un gol —anulado por fuera de juego posicional de Kike García— y mostró mordiente en un Alavés que no consiguió dar en la diana.

Fue la electricidad de un bloque que cortocircuitó en el último pase. No consiguió acertar en las ocasiones en sus mejores momentos y, en los peores, apareció la figura de Sivera.

El portero volvió a ser salvador con sus guantes en los minutos finales. Sacó un mano a mano a Fekir antes de que el partido se rompiera. Y en esa locura, Sedlar salió a frenar al Chimy Ávila y vio una roja que puso el punto y final a su vuelta diez meses después. «Era imposible que jugara en San Sebastián», señaló un Luis García que tiró del serbio por obligación. No falló, como casi nunca, Sedlar.Tampoco un Sivera que en la última jugada voló y evitó con un paradón un golazo del Chimy que le habría dado el triunfo al Betis. Siempre seguro.