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El Alavés necesita motivos para la esperanza. Los resultados de la jornada le ofrecen hasta ahora un ligero asidero donde apoyar sus ilusiones de permanencia. ... El equipo arrancará la jornada conocedor de los marcadores de tres de sus cuatro rivales directos. Y la combinación, sin ser brillante, sí que le ofrece la posibilidad de recortar puntos. Tanto el Granada como el Cádiz perdieron. Solo el triunfo del Mallorca impidió el pleno. Aunque ese resultado es un arma de doble filo. Si vence, el equipo vitoriano verá reducida su distancia con la salvación a cuatro puntos. Pero, si pierde, el margen serán los siete que marca ahora la tabla.
Además de a la inevitable mirada a la clasificación, el Alavés también se agarra a la confianza que muestra su nuevo técnico. Julio Velázquez corroboró ayer, en su primera previa, la fe que ya mostró durante su presentación como técnico. En una comparecencia extensa, llena de términos positivos y alabanzas a la plantilla, el preparador dio rienda suelta con un verbo fácil a su firme convencimiento. Se reconoció con «sensaciones súper positivas» porque «el trabajo ha sido formidable por parte de todos» y el compromiso, «extraordinario». Aunque, eso sí, descartó hablar de partido a vida o muerte. Pese a las urgencias, cree que el encuentro no será decisivo, pero sí importante. «Tenemos que afrontar la situación con positividad. No nos vamos a salvar mañana ni vamos a descender mañana. Tenemos que trasladar el mensaje. Son ocho partidos, 24 puntos. Debemos saber manejar a nivel emocional las semanas que nos quedan. Hay que afrontarlo con toda la responsabilidad, buscando hacer daño a Osasuna y que se plasmen nuestras fortalezas», explicó.
Pero no dio pistas sobre un once que es una incógnita. Ni siquiera se antoja fácil aventurar un posible dibujo en la pizarra de un técnico que, en su última aventura, probó con un solo punta, dos delanteros e, incluso, cinco defensas. Velázquez, eso sí, avanzó que tiene clara «la estructura, el quienes y cómo vamos a proceder». El pucelano, en su única pista, solo deslizó que no habrá una revolución respecto a los últimos onces de su predecesor. «Puede que haya alguna modificación, pero no un cambio brusco», aseguró. Ahí, celebró tener «muchas alternativas» y avanzó que los cambios pueden ser determinantes. «Nuestra responsabilidad es sacar el máximo de cada jugador. En esos diferentes partidos que se juegan, con las sustituciones que hay, esos 25-30 minutos que juega un jugador pueden ser tremendamente importantes», añadió.
También asumió la necesidad de ser flexibles durante el encuentro. Que el equipo sepa entender cada fase del choque, tanto cuando le toque proponer como cuando sea el turno de Osasuna. La importancia de «durante los noventa minutos ser capaces de jugar los diferentes partidos» que se puedan plantear. «No podemos jugar de la misma manera todo el partido, hay diferentes variables. No podemos atacar o defender siempre a la misma velocidad, defender a la misma altura... Eso para mí es saber competir. Y, si tenemos identidad, eso nos va a hacer estar en condiciones de competir», desgranó.
También cree que, pese a que Osasuna está prácticamente salvado «van a intentar ganar» porque «es fútbol profesional y nadie regala nada». Del club rojillo alabó su «continuidad» durante las últimas temporadas. «Es un equipo que viene con una idea bastante concreta, tiene clarísimo a lo que juega. Intentar en ciertos aspectos, mínimo, igualarlos a ellos. Y que a nivel emocional seamos capaces de manejar el partido», sentenció. Para el choque son baja Pere Pons y Javi López, así como un John Guidetti que ha tenido molestias durante la semana. El técnico confía en que pueda estar disponible a comienzos de la que viene. También confirmó las ausencias de los jugadores del filial Abqar, con gripe, y Godoy, operado hace unas semanas de la rodilla. Los demás han viajado con el equipo a Pamplona. La última pirueta albiazul arranca hoy en el derbi de El Sadar.
Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, reconoció ayer en la previa del encuentro sentirse algo perdido tras el último volantazo albiazul. «Estábamos pensando que íbamos a enfrentarnos a un Alavés muy reconocible, con un entrenador muy reconocible. Y de repente hay un cambio. No lo sé en cuanto a sistema, plan de partido... los jugadores los conocemos. Hemos hecho hincapié en nosotros mismos. Respetamos mucho al Alavés. Está colista pero tiene opciones de salir», aseguró.
También dejó ver cierta sorpresa por otro cambio en el banquillo albiazul. «Si está en la situación en la que está no creo que sea una situación solo de entrenador, será de más cosas. Es el quinto entrenador al que me voy a enfrentar en tres años. Habla de la diferente gestión de un club y de otro», aseguró. Cree que se verán «pinceladas» del nuevo técnico. «Lo primero que se tiende es a que el grupo esté más junto, más compacto. Espero un Alavés incómodo y con buenos jugadores arriba», avanzó.
Lo que tiene claro es que Osasuna todavía se juega mucho en esta Liga. El equipo rojillo disfruta de una permanencia virtual que el técnico cree que no debe aletargar a su plantilla. Menos, tras un duro tropiezo como el encajado la semana pasada en el campo del Betis. «Siempre quieres que llegues el siguiente partido. Queremos lavar esa imagen y seguir con las sensaciones que tenemos últimamente en casa. Perdimos 4-1 porque hicimos las cosas mal, no porque no tengamos ambición», aseguró. La b aja por lesión de Juan Cruz le obliga a cambiar su once, aunque avanzó que «no va a ser el único, va a haber más cambios». En ese nuevo escenario ve que «seguramente necesites armar más y tener mejor pie. Por ahí puede ir la alineación».
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