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El Alavés está compuesto por diecisiete jugadores con contrato al menos hasta 2027. La entidad trata de armar una planificación futura que consolide al equipo en Primera División y selló en verano una plantilla con miras más allá del próximo 30 de junio. La ... visión a largo plazo dejó una situación contractual en la que sólo tres jugadores de los 25 que componen ahora el primer equipo finalizan su vinculación dentro de seis meses. Abqar, Kike García y Sedlar serán libres para negociar con cualquier club a partir del cambio de año, en apenas una semana. En ninguno de los tres casos se puede descartar su continuidad como albiazules, pero la entidad no prevé resoluciones inmediatas en los citados casos.
El proceso del central marroquí empieza a agitar el ritmo sanguíneo del alavesismo. Su continuidad se ha convertido en una situación indefinida entre ambas partes, que en los últimos meses se reparten elogios públicos. El Alavés le considera un «pilar fundamental de la estructura deportiva» con una «lealtad y compromiso» fuera de toda duda. El entorno del defensor de 25 años subraya su afecto al club que le ha dado la confianza necesaria en el salto de Segunda B a Primera.
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Iñigo Miñón | J. A. Goitia
Hasta el punto que su representante llegó a asegurar en octubre que alcanzarían un acuerdo «en los próximos días». Fueran como fuesen las negociaciones entre club y jugador, no se han producido avances significativos desde entonces. Lo único claro es que el tiempo corre en contra de la presunta intención de ambos, que es seguir unidos.
Con Kike García, el hombre del momento con sus cuatro goles en diciembre, aún no ha habido movimiento por parte del club. Su renovación se encuentra en un compás de espera que de momento no perturba el sueño del delantero ni del Alavés. El repertorio ofensivo del manchego es ahora mismo la principal fuente del caudal albiazul hacia el gol. Se ha echado el equipo a sus espaldas para tratar de enderezar el rumbo y su futuro quedará en segundo plano mientras el club no tenga asegurados sus objetivos.
Cuando se reúnan a departir sobre su relación, el contexto cobrará un papel importante. El Alavés tiene atados hasta 2028 a Toni Martínez y a Asier Villalibre. Ninguno de los dos ha logrado desbancar a Kike García como titular, pero el papel del héroe del último ascenso está siendo testimonial. A los contratos de larga duración se le suma la pujanza de dos jóvenes delanteros. Joaquín Panichelli, renovado en octubre hasta 2029, es el máximo goleador de un Mirandés que ocupa puestos de ascenso directo a Primera.
Ocho goles en 19 partidos. Algo parecido ocurre con Maroan Sannadi en el Barakaldo. Sus diez tantos en 20 encuentros mantienen al Barakaldo en puestos de play off de ascenso a Segunda. El Alavés ha ejecutado ya una cláusula que le asegura tener ficha del primer equipo la próxima temporada y contrato hasta 2027, con lo que no parece que contemple la opción de otra cesión.
A sus 35 años, Kike García acata sin rechistar las claves de un negocio futbolístico que recela de aquellos que superan la treintena. En enero de 2016 ya vivió la inquietud de no saber si su futuro pasaba por Middlesbrough o Eibar, quedándose seis meses sin jugar debido a que el transfer no llegó a tiempo. A buen seguro que ahora tratará de evitar apurar tanto el conocer dónde jugará el próximo curso.
Algo similar le ocurre a Sedlar, de 33 años. Con la diferencia de que el serbio enlaza varias actuaciones deficientes y aún le pesa la rotura de menisco por la que estuvo diez meses sin competir. Sin embargo, la zaga es la zona más endeble del equipo. Un buen tramo final de curso podría multiplicar las opciones de rubricar la renovación que en estos momentos parece más lejana.
Rafa Marín no dispone del protagonismo que esperaba al finalizar su cesión en el Alavés. Pese a especularse con poder convertirse en el cuarto central del Real Madrid tras la salida de Nacho, el conjunto blanco le abrió la puerta de salida como una posible fuente de ingresos. Tuvo varias ofertas, Antonio Conte le convenció para recalar en el Nápoles, que pagó 12 millones de euros por un central que seis meses después aún no ha debutado en la Serie A.
El defensor sevillano, titular indiscutible en Mendizorroza tras la baja de larga duración de Sedlar, era consciente de las dificultades que supondría adaptarse a un técnico tan maniático como Conte y a un club tan ciclotímico como el que preside Aurelio De Laurentiis. Partió por detrás de Amir Rrahmani y Alessandro Buongiorno en el once y su situación se complicó con la lesión del zaguero italiano. «Juan Jesús es el recambio obvio. Se trata de un lateral izquierdo con experiencia y que ha jugado muchos partidos en su carrera. Tiene mi confianza», declaró el técnico. Considerado como el cuarto central, Marín solo ha tenido hueco en los dos partidos de la Coppa italiana (180 minutos).
Su falta de oportunidades le ha llevado a pedir salir cedido. El club parece ver con buenos ojos que el central de 22 años, con contrato hasta 2029, encuentre un nuevo equipo en el que aumente su protagonismo y mantiene una negociación con el Como que dirige Cesc Fàbregas. El club que disputa sus encuentros a escasos metros del bucólico lago lucha por la salvación y busca un central con el que reemplazar a Varane, que optó por retirarse. Otros equipos de LaLiga se han interesado por su cesión, pero el Nápoles prefiere que siga en Italia.
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