Llegar, jugar y marcharse. Poco más va a hacer la expedición del Real Madrid en su visita a Vitoria para enfrentarse al Deportivo Alavés en Mendizorroza. Y es que la plantilla madridista estará justo diez horas en la capital alavesa porque llegará el mismo día ... del partido y no la víspera como suele ser lo habitual. Un Airbus 319 de la compañía Iberia aterrizará a las 11.30 horas de mañana en Foronda con el conjunto de Julen Lopetegui y aficionados merengues. Y despegará el mismo día, a las 21.45 horas, también desde el aeropuerto vitoriano, rumbo a la capital madrileña. Un viaje fugaz motivado en parte por el largo desplazamiento realizado por el Real Madrid a Moscú esta semana para enfrentarse al CSKA en la Liga de Campeones.
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Se trata, en cualquier caso, de algo que comienza a ser habitual en muchos equipos para ahorrar horas de estancia lejos de sus hogares a los jugadores que disputan competiciones europeas. Josep Guardiola ya lo puso en práctica cuando entrenaba al Barcelona y en una ocasión a punto estuvo de costarle un disgusto cuando su equipo no pudo llegar a tiempo a Pamplona para enfrentarse a Osasuna por apurar demasiado el viaje. El buen hacer del entonces técnico osasunista José Antonio Camacho, que permitió que se retrasara el inicio del partido hasta que llegara el Barcelona, impidió que dieran por perdido el enfrentamiento a la escuadra culé.
Foronda, además, volverá a servir de base a equipos de Primera División este fin de semana. El Eibar, asiduo de la terminal vitoriana, despegará hoy rumbo a Girona, desde donde regresará mañana tras jugar su partido.
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