Duarte recrimina al blaugrana Yamal en el duelo en Montjuic. AFP

Un partido simplemente importante para el Alavés

Primera División ·

No podemos gastar en la jornada 14 de liga calificativos acerca de la trascendencia de los partidos que le quedan al equipo albiazul

Raúl Alústiza

Vitoria

Viernes, 24 de noviembre 2023, 01:44

Resulta que todo el mundo quiere salirse con la suya menos yo, que quiero salirme con la mía. Me refiero a que estos días se ha hablado y debatido mucho sobre el tema arbitral y el malestar que se está generando en el mundo del ... fútbol. Un cierto malestar porque tanto aquí como en cualquier ámbito de la vida cada uno va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío. Y en este tema tan mediático y por lo tanto polémico, yo voy a lo mío, que es intentar comprender lo incomprensible.

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Está claro que tanto el arbitraje como los árbitros son unos incomprendidos. Como dijo el filósofo Edgar Morin: «Lo que más necesita la comprensión es comprender la incomprensión». Para empezar, hay que decir que arbitrar es muy difícil y muchas veces lo único que vemos son culpables, conspiraciones y mala fe. Claro que hay casos que hacen que pensemos así y que tanto daño hacen al fútbol. Por ejemplo, el 'caso Negreira' en el Barça o el poder mediático encubierto de Florentino y los suyos que desde el Real Madrid ejercen en el fútbol en general. Y encima algunos le ríen las gracias y reclaman la eliminación del VAR.

Normal, como en la vida misma, los que menos quieren justicia son los que más poder tienen. Y yo no tengo duda de que el VAR, con sus defectos, ayuda a que la justicia sea más justa. No entiendo a esos negacionistas del videoarbitraje donde al parecer, según ellos, dos ojos ven más que veinte cámaras.

Granada

«Un rival muy peligroso y engañoso. Engañoso porque la clasificación no refleja su potencial y peligroso por lo necesitado que viene»

A estos y los que odian el fútbol moderno les invitaría a que se den una vuelta por esos campos de Dios, los del otro fútbol, el pobre, y verán allí la realidad, sin VAR. Y de paso comprobarán cómo este fútbol que ellos reclaman contiene los mismos defectos del rico o moderno y todas las miserias del pobre o antiguo.

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Como yo voy a lo mío, hace tiempo vengo dando la solución. Se trata de retocar el reglamento, que evitaría mucha polémica y facilitaría mucha paz social. Pero claro, como el fútbol vive en la exageración continua, es evidente que la paz futbolística y social no vende y, por lo tanto, cada uno va a lo suyo, a su negocio.

Pero hoy tenemos que ir a lo nuestro y lo nuestro es intentar ganar al Granada en Mendizorroza. Como sostiene Luis García, un partido simplemente importante. Porque lo que no podemos es gastar en la jornada 14 calificativos en lo que a la trascendencia se refiere. Ya habrá tiempo para los partidos muy importantes, trascendentes, decisivos, definitivos o de a vida o muerte.

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Es importante porque el Granada es un rival de nuestra liga, donde nos jugamos más que tres puntos. Un rival muy peligroso y engañoso. Engañoso porque la clasificación no refleja su potencial y peligroso por lo necesitado que viene. Un partido para el que el míster seguirá siendo fiel a su estilo y lo planteará desde el centro, desde el medio campo, que es lo mejor que tenemos.

A partir de ahí, lo demás será la consecuencia. Porque este Alavés es más cooperativo que competitivo. Lo que algunos llaman 'coopetitivo' o sea, que rinde más por la colaboración o interacción colectiva que por la oposición competitiva.

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