El lunes al sol del Alavés

Pero, ojo, que un resultado tan bueno y un rendimiento tan esperanzador pueden resultar hasta negativos. Me explico. Ganar como se hizo al Sevilla no es buena noticia para el míster. Sospecho que en la secretaría técnica le habrán recordado algo así como 'menudo equipo tienes, vaya plantilla te hemos confeccionado'. Luego, si eso no funciona, ya sabemos a quién mirar.

Pero tardó poco Luis García en refrescarnos la memoria y mandar mensajes a navegantes. Que no se nos olvide quiénes somos, dónde estamos y a qué aspiramos. Vamos, que no nos vengamos arriba y alguno ya vea al equipo salvado. Y estoy de acuerdo, porque los descensos y los fracasos están llenos de esos que se consideran muy ambiciosos por ser muy exigentes con los demás. Esos que obligan a generar expectativas altas, muy mediáticas, pero poco reales y engañosas.

Estoy de acuerdo con el entrenador en lo de que tenemos que perder muchos partidos, somos de los candidatos al descenso, que lo más importante en esta campaña será saber sufrir, saber perder y, sobre todo, saber levantarnos porque nos caeremos muchas veces. Yo calculo que cerca de veinte -una, en Cádiz- y eso más once victorias y siete empates, casi seguro que objetivo cumplido.

Ojo, que ese mensaje no va para el vestuario, este mensaje va a navegantes, para esos críticos ambiciosos, para los medios y, sobre todo, para las altas instancias de la entidad. Si somos el Alavés es porque somos ambiciosos por ser humildes o viceversa.

Y a propósito de los lunes al sol, en este caso el problema no era el día, sino la temperatura, más de 30º a la sombra. Tirando de ironía, a mí los días que más me gustan son los miércoles. Buena señal. Será porque jugamos en Europa o seguimos vivos en la Copa.

Luego está el fútbol pobre, ese que supone más del 99%. Al parecer, para los que vivimos en el rico, esos no existen. Y si alguien sufre las consecuencias de los horarios apetecibles que reclaman los del fútbol rico, son estos. Va a llegar un día en que no se va a poder jugar competiciones en el otro fútbol porque jugadores, directivos y aficionados se han ido a ver el partido de las estrellas. ¿Víctimas o verdugos?