Insulsa posesión del Andorra y soporífera paciencia del Alavés
El contraanálisis ·
No reprocharía el tostón de Mendizorroza al equipo que lo propone sino al que lo permiteSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
El contraanálisis ·
No reprocharía el tostón de Mendizorroza al equipo que lo propone sino al que lo permiteHay algunas reflexiones que siempre me hago cuando juegas contra un equipo de las características del Andorra, en el que la posesión es su estilo. Primero, decir que fue un auténtico partido táctico, para estudiar en vídeo. Segundo, un ventajismo: si sabíamos cómo juega el ... rival, ¿por qué lo consentimos? Tercero: al que le reprocharía el tostón de juego que vimos no es al equipo que lo propone, sino al que lo permite.
¿Quién condiciona más el tostón o muestra más desidia futbolística, el que tiene el balón y no vienen a quitárselo o el que no lo tiene y no hace nada por robarle? Y no estamos hablando del Barça, Mánchester o Real Sociedad. Al fin y al cabo, no es de extrañar lo visto, porque el mensaje que desde la víspera y desde el banquillo se mandó no era otro que, paciencia, paciencia… Por lo tanto, y por lo que al espectáculo respecta, culpabilidades compartidas.
La otra duda es qué tendrá que ver que al Andorra le guste tener el balón para que nosotros o los demás equipos no lo queramos. Entiendo que cueste quitárselo, pero, una vez recuperado, ¿por qué lo rifamos o lo regalamos tan fácilmente? Yo no veo que ellos sean defensivamente unos superdotados en la recuperación, más bien todo lo contrario. Y si con tan poca posesión hicimos tres o cuatro ocasiones medianamente claras, por lógica, con más posesión habríamos hecho alguna más. O lo que es lo mismo, cuantas más posibilidades, más probabilidades.
Pero está visto que esa posesión del Andorra es como una especie de anestesia que atolondra a todos los rivales. Un claro ejemplo fue ese otro fútbol que tuvimos que aplicar como único recurso defensivo. Eso que lamentablemente se suelen llamar faltas tácticas, por no llamarles el anti-futbol, que es mucho peor, tanto estética como deportivamente, que el de la insulsa posesión. Porque 23 faltas cometidas –por diez del Andorra– son muchas faltas. Si el árbitro hubiera estado quisquilloso, alguna tarjeta más habría repartido entre los nuestros.
Y hablando del arbitraje, o del VAR, y el gol anulado a Jason por fuera de juego: al parecer se ha criticado mucho, pero a mí me gustaría saber por qué algunos ponen en duda que los fueras de juego por un pelín, una uña o un milímetro no son fuera de juego cuando favorece a tu equipo y sí cuando te perjudican. En esto, igual que en Hamlet, «ser o no ser, esa es la cuestión»; con la diferencia de que en este caso no hay punto medio, es simplemente una cuestión de geometría o matemáticas.
Aunque luego siempre estará merodeando en el ambiente futbolístico esa sospecha de si las rayas están bien trazadas o si es el hombro, el brazo o el antebrazo el que las traza; eso sí, siempre acompañado de ese victimismo que relaja mucho. Y respecto al VAR siempre oigo quejas sobre el tiempo que se pierde con las revisiones. Si por impartir justicia hay que perder tiempo, que se pierda lo que haga falta. Mejor sería si nos preocupásemos más por esos cuarenta minutos de media de 'no fútbol' que en todos los partidos se tiran a la basura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.