Fútbol, planteamientos y formatos: ¡Que viene el lobo!
Partido áspero ·
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En El Alcoraz, si fuera por espectáculo, posiblemente habría que haber descontado algún punto a Huesca y AlavésComentaba Luis García que «el partido podía haber acabado en empate, pero son tres puntos de oro». Primero, es algo que le honra y le da crédito suficiente para que luego, cuando ocurra al revés ante una derrota inmerecida, se pueda quejar; aunque esto es ... complicado, ya que las derrotas no tienen atenuantes y están muy mal vistas las excusas. En esos casos, tanto al entrenador como al equipo se les exige autocrítica y flagelación, que nos relaja mucho.
Y segundo, viene a corroborar lo que comenté en la previa sobre que las victorias en el fútbol están sobrevaloradas. En El Alcoraz, por fútbol o méritos, el empate habría sido lo justo –a lo sumo, una victoria de dos puntos de premio–. Por espectáculo, posiblemente habría que haber descontado alguno a los dos equipos.
Yo creo que tanto las buenas clasificaciones como las malas son más consecuencia de ganar o perder partidos igualados, por detalles incluso inmerecidos, que por ser claramente mejores o inferiores. La paradoja de este deporte es que haciendo un poco más se puede perder y haciendo un poco menos se puede ganar; y tres puntos es mucho premio por hacer casi lo mismo. Ya expliqué que este formato de puntuación se impuso en la temporada 94/95 y no ha aportado lo que se pretendía, o sea, más espectáculo, más juego de ataque y más goles. Todo lo contrario. A las estadísticas me remito.
Y para muestra un botón: en la rueda de prensa posterior un periodista de Huesca preguntó al Cuco Ziganda si piensa que estos partidos con planteamientos tan rácanos van a terminar echando a la gente del fútbol. La pregunta venía a colación del espectáculo sufrido y de la pobre entrada que hubo en El Alcoraz. «Yo no creo que respondan a planteamientos rácanos y sí tal vez a formatos y a mil alternativas para elegir que antes no existían», comentó al respecto Luis García.
Mi reflexión siempre es la misma, hay que cuidar más al fútbol, no vaya a ser que matemos la gallina de los huevos de oro. Y hablando de formatos, ¡cuidado que viene el lobo! Porque al parecer esa charlotada que se llama la King League del amigo Piqué viene pegando fuerte. No sea que nos fijemos en el dedo cuando se apuntaba a la luna.
Respecto al partido, podríamos decir que se ganó más por insistencia, rigor táctico y –sobre todo– acierto que por buen fútbol, atrevimiento u ocasiones creadas. Lo digo más que nada pensando en el futuro, para que sea el mérito el que decide un partido y no simplemente el acierto o los matices, ya que por eso mismo también se puede perder.
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