Me resulta imposible no comentar algo sobre la noticia con mayúsculas, el éxito de la selección española femenina. Mucho más que un éxito futbolístico. Primero, por dar visibilidad al balompié de féminas y al fútbol en general. Porque las formas, los valores y la estética ... futbolísticas mostradas por este equipo en este Mundial sí son importantes. Porque para ganar no vale todo, y además es más fácil hacerlo jugando bien, algo que todavía muchos no tienen claro. Y, por supuesto, éxito con mayúsculas desde la reivindicación social. Pocos acontecimientos en esta vida tienen la repercusión mediática del fútbol. Por lo tanto, aprovechar el fútbol como un altavoz que reivindica derechos, valores o salud social no es que sea importante, es obligatorio por parte del fútbol en general.
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El fútbol somos todos: los futbolistas, su entorno, medios de comunicación, instituciones y aficionados. Y como no podría ser de otra forma, ahora aparecerán defensores de la causa que se colgarán medallas por doquier. Incluso aquellos que no le defienden ni a su madre por ser mujer. O esos otros medios sensacionalistas que son capaces de añadir solo una pequeña reseña en sus programas a cambio de dejar de contar algún fleco, si Mbappé ficha o no ficha. Todo un gesto de hipocresía.
Pero lo que nos ocupa en el alavesismo es que hoy en Mendizorroza tenemos enfrente a un pedazo de equipo como es el Sevilla de Mendilibar. Hay que recalcar lo de 'el Sevilla de Mendilibar' porque, aunque no es todavía un equipo pulido a su imagen y semejanza, es evidente su idea de juego. De entrada, la intensidad, la pelea, el esfuerzo y la solidaridad en su decálogo no se negocian. Y además de la buena, de la sana, de la deportiva, y no como vemos a otros entrenadores que lo confunde con artimañas, juego violento o continuos rifirrafes. O sea, la antítesis del Mundial recién finalizado, aplicando eso de que «el fútbol es más que fútbol».
Con respecto su idea de juego, todos sabemos que se basa principalmente en ser más vertical que directo, es decir, transiciones rápidas sin pelotazos, aunque sin descartar los pases largos. Y por supuesto, sin renunciar al juego combinativo o de elaboración, ya que un equipo como el Sevilla se supone que por su potencial va a tener que llevar en muchos partidos la iniciativa, ser dominador con rivales encerrados atrás. Por lo tanto, tendrá que alternar diferentes recursos y soluciones. Sin ir más lejos, hoy lo podemos comprobar, ya que es muy posible que ellos en muchos momentos del encuentro nos sometan y nosotros tengamos que jugar replegados. Una situación que debemos saber gestionar y sacar ventaja, porque a ellos esas situaciones de una defensa en bloque bajo se les atragantan.
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Yo le diría al bueno de 'Mendi' lo que él le dijo a Guardiola la víspera de jugar la Supercopa de Europa contra el City. Comentó: «¿Las bajas del City? Si entre portería y defensa se han gastado 500 millones». Pues el nuestro, míster, podría contestarle algo parecido sobre sus quejas al respecto de los problemas que tiene su Sevilla con su plantilla debido a la sinrazón de cierre de mercado que «para mí los quisiera».
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