Cada día será una historia para el Alavés

Y para paradójico o despropósito, lo que ocurrió con nuestro debutante en El Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, Samuel Omorodion. Resulta que juega en la primera jornada con el Granada metiendo un gol al Atlético, equipo que lo contrata al otro día para terminar cedérnoslo. Una auténtica sinrazón.

Pero volviendo a lo que nos ocupa, el míster tendrá que ir ajustando piezas sobre la marcha. Algo que confirma lo que dice el padre de la metodología de periodización táctica, Víctor Frade, que insiste en que la pretemporada solo vale para preparar el primer partido. Y a las pruebas me remito: puede ser que la alineación que vimos en el primer partido no tenga nada que ver con la de cuatro jornadas después, con lo que eso puede condicionar planteamientos y estilos de juego.

Está claro que esta temporada nos tenemos que olvidar de lo llevar la iniciativa del juego como en la pasada. Es el precio que hay que pagar por querer estar entre los mejores. Y, a pesar de todo, en estas tres jornadas el equipo ha mostrado buenas sensaciones y mejores intenciones, no me disgusta.

Abundando en el asunto, si añadimos que independientemente de que cada día sea una historia dado los diferentes rivales, circunstancias propias y ajenas, hay que añadir que este juego, por su dinámica de funcionamiento, es una continua acción-reacción, donde no hay una jugada, acción o error igual a otro. Por lo tanto, se trata de estar preparado para lo imprevisto o entrenar para lo inesperado.

Y así iremos viendo cómo lo que un día es un recurso o un planteamiento que nos soluciona un partido, el día siguiente es un error. O desacierto que lo fastidia todo o viceversa. Sin ir más lejos: esa contundencia que nuestro central Abqar aplica en el juego muchos días es una solución, pero el lunes fue un error cometiendo el penalti.

Hablando de penaltis, y como cada día es una historia, esta vez toca debate. El penalti de Abqar es claro porque le mete el codo en la cara con el balón de por medio. Pero el que le hicieron a Guridi también, porque, aunque el balón no está directamente en disputa, un codazo en el área siempre es penalti. En fin, el clásico debate de todas las jornadas, que cada uno lo cuenta según le va la feria.

Los afectados negativamente se sienten víctimas y y perseguidos por esos poderes ocultos que manejan el fútbol y y los beneficiados piensan que por una vez se ha hecho justicia. Creo que las cuentas hay que hacerlas al final de temporada y sobre todo ser lo más objetivos e imparciales posibles para tener credibilidad en las opiniones y debates.