En el derbi entre el Eibar y el Alavés cada uno presume de lo que quiere
Play off de ascenso ·
Si fuese por emoción y actitud competitiva habríamos empatado a cinco, pero en fútbol se dio un empate a casi nadaPlay off de ascenso ·
Si fuese por emoción y actitud competitiva habríamos empatado a cinco, pero en fútbol se dio un empate a casi nadaIgual que no solo de pan vive el hombre, no solo de resultados vive el fútbol. En Eibar se dio un empate a casi nada, al menos por lo que al fútbol se refiere. Si fuese por emoción, incertidumbre, actitud competitiva, rigor defensivo, esfuerzo físico, ... disciplina táctica o valores deportivos en general, habríamos empatado a cinco. Pero en atrevimiento, genialidad, alegría, fluidez, continuidad en el juego ofensivo u ocasiones de gol de ambos equipos, el empate a nada habría sido lo justo.
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Y como cada uno presume de lo que quiere, al final, por esa capacidad de persuasión que tiene nuestro míster en su relato, terminamos todos convencidos y presumiendo de lo que él nos cuenta. De las virtudes del equipo que antes he señalado. Y de que si no se ha podido más es porque todo está igualado y es lo que hay.
Y de paso desvía la atención de hablar y preguntar por qué no hay más fútbol. Y que no se me interprete mal, que esto no es una crítica a Luis García, todo lo contrario. Le admiro, es una gran virtud que para muchos entrenadores la quisiera yo. Porque torear todos los días con todos esos miuras, explicando lo inexplicable en esa sala de torturas, o sala de prensa, no es tarea fácil. Aunque hay que decir que en esta plaza alavesista es fácil torear, porque somos más mansos que miuras. Se me ocurre una maldad. Imaginen al míster hacer la oración por pasiva y que nos pregunte él a los críticos: ¿Por qué tú no escribes mejor o analizas mejor los partidos y así estarías en el New York Times? ¿Qué diríamos? Lo típico, aquí el que pregunta soy yo.
Volviendo a lo que nos ocupa, es evidente que la trascendencia del resultado y el miedo a perder no permite muchas 'frivolités'. Vale, ¿pero ninguna? Como decía el escrito Galeano, «el fútbol profesional, cada vez más rápido, cada vez menos bello, tiende a convertirse en un certamen de velocidad y fuerza que tiene por costumbre el pánico a perder. Me preocupa que, dada la trascendencia y expectación del entorno del Alavés en los últimos partidos, no muestre el equipo algo más de fútbol.
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Más juego que ilusione a los aficionados menos fieles, a los pasivos y a los despistados que estos días han estado atentos para que nos los ganemos para la causa. A todos esos que son más filántropos del fútbol que patriotas de un equipo. Porque es una evidencia que un club será más importante cuanto más apoyo social tenga. Y no vamos a reclutar gente en la cola de la ópera.
Para terminar otra cita de Galeano: «Yo no soy más que un mendigo del buen fútbol. Voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico, ¡una linda jugadita por el amor de Dios! Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o país que me lo ofrece». Pues eso, yo soy un incondicional del Deportivo Alavés a pesar de su fútbol. Si no, qué sería de mí.
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