Dicen unos científicos chinos de la Universidad de Nanjing algo así como que nuestro concepto de la realidad puede ser más frágil de lo que creemos, y han utilizado un truco llamado «pseudotelepatía cuántica», bajo el cual la realidad no existe en un estado fijo ... hasta que se mide. Y es que, cómo explica la física cuántica, las cosas no están necesariamente ahí si no se miran. Pues eso digo yo, mientras no se mire en el VAR nada existe, y eso lo corrobora la física cuántica.
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Y por este motivo los ánimos están un tanto caldeados tanto por Iruña como por Gasteiz. Pero no por eso debemos olvidar que hoy 'Mendi' debe ser una fiesta en un amable derbi contra Osasuna. Porque no me cabe otra cosa en un partido de fútbol y más en un derbi, que sirva para entretenernos, disfrutar sufriendo o hacernos felices tanto ganando como perdiendo. Por supuesto, será difícil abstraerse de la comidilla o la polémica que estos días se ha generado en ambos bandos, el VAR y sus conspiraciones. Qué ingenuos aquellos que vaticinaban el final del fútbol porque con el VAR se iba a terminar la polémica y sin polémica no hay negocio y sin negocio no habría fútbol. Y claro, no podía faltar por ambas partes esa sensación de victimismo sospechando de alguna conspiración oculta, algo que nos viene muy bien para deshacernos de nuestras frustraciones del partido anterior.
Por lo que respecta a lo puramente futbolístico hay que decir que los dos equipos andamos muy parejos en casi todo. En el nuestro, tal vez en esta campaña, estamos viendo la versión futbolística que más se puede parecer a la que Jagoba Arrasate propone en el bando rojillo. Con el añadido de que ambos conjuntos llegamos muy escocidos a este encuentro dados los antecedentes del anterior. Por lo injusto que fue con ambos, primero el fútbol con los méritos mostrados, y luego la no utilización del vídeoarbitraje.
Y en nuestro caso, si añadimos aciertos y desaciertos, la buena o mala suerte y circunstancias del juego que no son muy habituales y se te ponen en contra, pues con más razón para salir hoy con más rabia si cabe. Porque tanto el autogol de Rafa Marín, como eso de que el rival sin tirar a puerta te meta un gol no es precisamente lo más habitual. Son las paradojas de este juego.
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Puede ocurrir que sin pasar de medio campo o sin tirar a puerta puedes meter goles y ganar partidos. El fútbol es así. Y con respecto a la pifia de Rafa Marín, hay que decir que eso pasa en las mejores familias, no hay problema, un error muy fácil de corregir. Poniendo una nota de humor y haciendo un paralelismo con lo que Di Stéfano les decía a los porteros, podríamos aplicárselo al bueno de Rafa. Decía: «Mire, si las que van dentro no las para, no pasa nada, pero las que van fuera por favor no las meta». Ah, y algunos dicen que eso fue un error infantil. No señor, los infantiles, juveniles o los de Regional, nunca tiene esos errores porque antes de ceder al portero la ponen cuadrada a decenas de metros del terreno de juego.
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