Manu García se define como «un jugador de balón» que quiere «el juego siempre cerca»

Jon Aroca

Viernes, 16 de julio 2021, 13:04 | Actualizado 18:28h.

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Cinco años es un mundo para un futbolista. Manu García (Gijón, 23 años) es buen ejemplo de ello. Este viernes, como en el verano de 2016, ha vuelto a ser presentado como nuevo jugador del Deportivo Alavés. Pero, salvo por la foto con la camiseta, poco se parecen ambos momentos. El Manu que llega ahora a Vitoria aspira a ser un jugador clave en la pizarra de Javi Calleja. Ese perfil de futbolista llamado a manejar los hilos de un equipo en plena transición. El jugador asume el reto. «Uno viene aquí porque se sintió cómodo en su época, aunque no salieran las cosas. Ahora es un poco para sacar una espinita y me han demostrado que quieren que esté aquí de verdad», explicó.

En esa primera etapa era un futbolista todavía con un largo proceso de cocción por delante. Había mostrado sus virtudes en las categorías inferiores del Manchester City, pero con 18 años recién cumplidos no consiguió hacerse un hueco en un Alavés que jugaba a otra cosa y que contaba con futbolistas más maduros. Ya era, por entonces, un jugador de balón al pie, calidad y juego más reposado; un perfil diferente a lo que planteaba Mauricio Pellegrino sobre el tapete. Él asume que «no tiene nada que ver» el jugador de entonces con el de ahora y cree que ha mejorado. «Han sido años fuera, en diferentes países, la vuelta a España en Segunda, nuevas experiencias… creciendo un poco en todo como jugador. Con ganas de demostrar y apoyar y ayudar al equipo en todo lo que pueda», aseguró.

Lo que se mantiene intacto es su gusto por la pelota. Ya lo ha demostrado, aunque con cierta irregularidad también achacable en parte a su juventud, en los últimos años de la mano del Sporting. Ahora aspira a aprovechar un ecosistema más propicio para el talento como Primera para asentarse en la élite. Tiene claro cómo hacerlo. «Soy un jugador de balón, que le gusta estar en torno al balón, que le gusta recibir en posiciones más adelantadas, más atrasadas… que el juego esté siempre cerca. Y que luego trabajará lo máximo posible para el equipo», desgranó. Ya se pudieron ver detalles de esa importancia en el juego en su estreno contra la SD Logroñés, aunque un mal pase que terminó en el 1-2 emborronó su papel.

Asume que su rol en la construcción será protagonista. Es uno de los factores que le llevaron a tomar esa decisión pese a contar con ofertas potentes en el extranjero. En esa línea apuntó también el director deportivo, Sergio Fernández, que quiso «más que nunca darle las gracias» por su decisión. «Soy consciente del esfuerzo que ha hecho, por la apuesta firme y convencida de que este era el lugar adecuado para seguir su desarrollo profesional. Viene en el mejor momento de su carrera profesional, va a tener la importancia que siempre ha buscado. Su llegada nos hace un equipo mejor, más potente y podremos disfrutar de una versión que lamentablemente en su primera etapa no vimos, pero no había duda de que en sus piernas había ese talento que a partir de ahora podremos disfrutar», añadió.

García encaja dentro de lo que Javi Calleja quiere plantear en el Deportivo Alavés. Ya lo reconoció en su despedida del Sporting y ayer lo volvió a confirmar. «Se ha visto con la incorporación de Iván (Martín), otro jugador de balón, que el entrenador quiere tener la pelota cerca y jugadores de posesión», apuntó. Asegura también que han sido importantes para decidirse «las ganas del míster de llevar al Alavés a jugar un poco más al fútbol, lo que yo creo que puedo aportar». En suma, aspira a «disfrutar con el balón». De momento cree que las expectativas se están cumpliendo. «Desde el primer día en los entrenos se nota que queremos tener el balón y disfrutar a raíz de eso», abundó.

Un lustro después de su marcha tras apenas participar en un partido copero, reconoce que «el club está cambiado», sobre todo la Ciudad Deportiva, centro de operaciones de la pretemporada. Aunque también explicó que «la gente sigue siendo la misma y eso es importante». La plantilla ha evolucionado mucho en este último lustro y sólo un puñado de jugadores -Fernando Pacheco, Víctor Laguardia y Édgar Méndez- se mantienen de la primera etapa. Con ellos deberá construir un proyecto donde será una pieza fundamental. «Ojalá sea un año bonito, de buen fútbol, de trabajo, de disfrutar y de que el Alavés haga una temporada ilusionante», sentenció.