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Cuarta temporada en el Alavés, pero solo segunda que arranca desde el verano para Rodrigo Ely. Son las cuentas asimétricas del central ítalo-brasileño, flamante cesión desde el Milán primero y después jugador en propiedad del club vitoriano. El 28 de julio de ... 2018 -esta semana se cumple un año- el ligamento cruzado de su rodilla cedió en el choque ante el Alcorcón. Dentro de la concentración de Los Ángeles de San Rafael que desde este miércoles repetirá el ahora equipo de Asier Garitano. Ocho meses y dos días, una larga condena, le costó volver a los terrenos de juego. En una campaña de transición para el espigado defensa (solo cinco partidos), que ha puesto ya el cuentakilómetros a cero. Titular en el primer amistoso ante el Leioa y, de nuevo, en condiciones de pelear por una cara titularidad en el centro de la zaga albiazul.
La realidad es que durante su ya extensa trayectoria alavesista, más en tiempo que en partidos disputados (52), Ely solo ha gozado en una ocasión de verdadera continuidad en las alineaciones. En aquel agónico ejercicio 2017-2018. Con 36 duelos oficiales y una montaña rusa de emociones que se saldó con final feliz. Primero como pareja de Alexis en el problemático inicio de competición -seis derrotas consecutivas-, más tarde junto a Maripán, entonces último central de la plantilla y titular ocasional, y ya en la segunda parte de la temporada, junto a Víctor Laguardia, que reapareció de otra lesión de ligamentos de larga duración. Aquel regreso pletórico del aragonés, que siete meses después volvió al equipo para convertirse desde el primer momento (en Mendizorroza ante el Sevilla) en una pieza fundamental de la remontada.
La complicada tarea de Rodrigo Ely en la presente campaña pasa por dejar atrás la etiqueta de recurso o complemento para el eje de la zaga y consolidarse en el once inicial. En principio, con una plaza intocable para Laguardia y otra dudosa, con el futuro de Guillermo Maripán en el aire. El chileno (25 años, al igual que Ely) dejó caer en el inicio del verano que su idea es recalar en la Premier League, que cierra su mercado el 8 de agosto. Pero también el pasado viernes habló el entrenador.
Asier Garitano explicó que se trataba de un jugador que parecía «posible venta» en el comienzo del verano, pero todavía uno más de la plantilla a estas alturas. «Un jugador, además, importante para mí». No hace falta mucho más para constatar que al técnico guipuzcoano, más allá de las ofertas que puedan surgir, le gustaría que Maripán continuara en el equipo. Su cotización se elevó mucho después de una última campaña donde dejó atrás las dudas de la adaptación y ofreció notables prestaciones.
Si no hay movimientos de salida en la defensa, el Alavés podría disponer de un cuarteto de centrales envidiable. Porque Ximo Navarro -más allá de que el pasado ejercicio fuera utilizado más como lateral- demostró en su primera temporada en el equipo que es una pieza sólida en cualquier posición. Un todoterreno fiable.
Doblar las posiciones suele resultar lo habitual en una plantilla y, por tanto, cuatro centrales son teóricamente suficientes para afrontar la temporada. Por eso, en función de lo que suceda con Maripán, puede existir o no otra plaza en el eje de la zaga. No será, en cualquier caso, por falta de elementos para cubir ese hipotético hueco.
Asier Garitano dispone de Adrián Diéguez (cedido la última parte de la pasada temporada en el Huesca), pero también de un Olivier Verdon que regresará en breve tras su participación en la Copa de África con Benín y del último fichaje, el joven Alberto Rodríguez, Tachi, procedente del Atlético de Madrid B. Jóvenes, todos ellos, con aspiraciones de quedarse en el primer equipo, pero también con necesidad de minutos. Rara vez se ha producido tal acumulación de opciones en una misma posición.
Defensa ítalo-brasileño Solo en una temporada, 36 partidos oficiales, dispuso de continuidad en los onces iniciales
Las pruebas médicas confirmaron las primeras impresiones y Ximo Navarro solo sufre «una sobrecarga en los isquiotibiales (parte posterior del muslo)», según informó el club en la jornada de ayer. De esta forma, el defensa albiazul, que en el partido del pasado viernes frente al Leioa tuvo que retirarse del campo por las molestias musculares, podrá continuar con normalidad la pretemporada. El Alavés explicó que el granadino había trabajado al margen del grupo durante la mañana de ayer, pero que podrá reincorporarse progresivamente a los entrenamientos y viajar a la concentración que el equipo albiazul realizará en Los Ángeles de San Rafael a partir de mañana. La escuadra de Asier Garitano, de hecho, realizará hoy en Ibaia sus dos últimos entrenamientos antes de partir. Mañana saldrá hacia Segovia y ya por la tarde realizará el primer entrenamiento del stage que se prolongará durante el resto de la semana. Un Alavés que pasará cuatro días fuera de Vitoria -del 24 al 28- y disputará dos nuevos encuentros amistosos. Tras el primero ante un adversario de la Segunda División B, el nivel de los rivales aumentarán con los duelos del jueves y el sábado ante Fuenlabrada y Albacete, de Segunda División. La única cita ante un Primera llegará después, el día 31, frente a la Real Sociedad en Zubieta.
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