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El mes de enero prometía ser intenso para el Deportivo Alavés y las últimas horas del mercado confirmaron esa realidad: en apenas unas semanas, los despachos han planteado una notable enmienda al propio proyecto que plantearon en verano. El cambio empezó con la llegada de ... Mendilibar a finales de diciembre y se ha cerrado con cuatro fichajes y tres bajas. Veinticuatro fichas del primer equipo, además de Javi López, con licencia del filial. Una apuesta a corto plazo para buscar otra complicada permanencia.
Salvo en la portería, el Alavés ha realizado fichajes en el resto de líneas. Ha sumado un lateral derecho polivalente (Tenaglia), un centrocampista (Escalante), un extremo derecho (Jason) y un delantero centro (Manu Vallejo). Han abandonado el club tres futbolistas con pocos minutos y pobre rendimiento como Tachi, Sylla e Iván Martín. Los dos primeros regresarán cuando acabe la temporada; el tercero es una apuesta estival de Calleja cuyo préstamo ha sido abortado antes de tiempo. Las cesiones han vuelto a ser la tónica habitual. Así han llegado tres de los cuatro fichajes. Solo Jason, con contrato hasta 2025, ha aterrizado en propiedad. También ofrece algunos matices el préstamo de Tenaglia, vigente hasta el verano de 2023 y con una opción de compra.
Los movimientos apuntan a dos perfiles que gustan en Mendizorroza: futbolistas con poco recorrido en sus clubes y necesitados de un nuevo impulso, pero con experiencia en la Liga y cierta polivalencia. Solo Nahuel Tenaglia escapa, en parte, al diagnóstico. El suyo es un fichaje de necesidad para paliar el pobre rendimiento del único lateral derecho sano de la plantilla. Una apuesta exótica y de mayor riesgo, aunque también con la baza de la versatilidad. Es un lateral derecho que ha jugado muchos partidos de central y que, incluso, puede actuar en la banda izquierda. Lo que ha permitido la cesión al Fuenlabrada de un Tachi necesitado de minutos. La solucionada falta de fichas, que no permitía inscribirle, aún no ha propiciado su estreno en encuentro oficial.
Solo su adaptación al ritmo europeo marcará su rol. Aunque, como el resto, aterriza con la exigencia de ser útil desde el primer momento. Con jerarquías poco definidas en las que apenas un puñado de jugadores tienen una plaza fija, cualquier nombre aspira a consolidarse. Lo han conseguido, casi desde el primer momento, Jason y Escalante. El primero ha sido titular en todos los encuentros desde su llegada. Ya está, en la pirámide, por encima del resto de extremos diestros albiazules. Con su fichaje, la presencia de Iván Martín ya era redundante. Aunque todavía necesita continuar con su adaptación a un puesto clave con Mendilibar. Solo ha disputado un partido completo y, en su estreno, fue cambiado antes del descanso.
El de Escalante es un caso similar, aunque su hueco ya estaba libre desde verano. Entonces, el Alavés buscó la llegada de un perfil complementario a los otros cinco jugadores de la zona ancha, pero su opción principal, James Léa Siliki, no llegó. Además de las cualidades y experiencia valoradas en el equipo vitoriano, cuenta a su favor con un profundo conocimiento de la pizarra de Mendilibar. Este, además, coincidió brevemente con Jason cuando jugaba en el filial del Levante. Escalante debutó como suplente, pero desde entonces ha sido titular, aunque debe recuperar el nivel que mostró en el Eibar.
Vallejo es la guinda y la potencial solución a otro problema recurrente. De los cuatro atacantes que arrancaron la temporada, solo Joselu ha rendido a un nivel satisfactorio con continuidad. Miguel ha participado con intermitencia y aún no ha marcado, mientras que el protagonismo de Sylla se ha reducido a la Copa. Diferente es el caso de un Guidetti que, a falta de seis meses para que termine su contrato, camina por otro año de ostracismo. Vallejo llega para explotar esa conexión goleadora con Joselu. A su favor, un perfil más propicio de segundo delantero y una juventud prometedora. Es el póker de fichajes con el que el Alavés busca reforzar los cimientos de un equipo hasta ahora titubeante.
El Deportivo Alavés entrenó ayer sobre Ibaia. En la sesión no participó Manu Vallejo, si bien sí que estuvo en Ibaia a lo largo del día, pero Mendilibar que pudo contar con Rubén Duarte. El andaluz ya se reintegró a la dinámica colectiva durante la pasada semana y está disponible. «Ya estoy entrenando con el grupo. Tengo buenas sensaciones, al final quedó en menos de lo que parecía. Feliz de poder estar este fin de semana», explicó.
Celebra volver a «sentirse útil» tras una situación en la que «se está siempre un poco apartado». Durante la semana han «preparado esas cosas que tenemos que mejorar de cara al partido contra el Elche», una cita «muy importante».
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