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Que el Alavés fiche a un jugador de Primera que ha disputado 68 partidos en las dos últimas temporadas resulta extraño. Si se trata de un futbolista, Pere Pons, procedente de un recién descendido (Girona), algo menos. Porque en un contexto similar llegaron hasta ... Mendizorroza hombres como Ximo Navarro (Las Palmas) o Camarasa (cedido por el Levante) en la época reciente en la máxima categoría. Estos dos últimos, después importantes en el equipo, se quedaron sin minutos e incluso sin convocar en dos de las primeras cuatro jornadas ligueras. Pagaron el peaje del 'novato', que ahora sufre el centrocampista catalán, pese a sus 26 años. «Sabía que sería complicado y duro salir de inicio, pero quiero demostrar al entrenador actitudes para jugar de titular o, al menos, tener más minutos de los que estoy jugando», recalcó.
Su participación en el equipo arrancó con 24 ante el Levante, siguió con 11 frente al Espanyol, sin opción ante el Getafe, y, por fin, titular ante el Sevilla. Sin embargo, una pobre primera parte del equipo y la necesidad de reestructurar las líneas acabó con Pere Pons en el banquillo para dar entrada al extremo Oliver Burke. Con la sensación general, además, de que cuando Asier Garitano se decantó ante el Sevilla por un once de un perfil más ofensivo -Joselu y Lucas Pérez compartieron ataque por primera vez en un 4-4-2-, llegó un paso atrás en el rendimiento, con desajustes en las zonas de presión, después subsanado en una segunda mitad más equilibrada. A Pere Pons, además, le tocó bregar cerca de la banda derecha, lejos de su demarcación habitual en otras campañas.
Pere Pons expuso este miércoles en Ibaia el sentir de un vestuario que es consciente de que el Alavés está «defensivamente sólido», pero también carente de un punto más de mordiente ofensiva. El centrocampista recordó que el entrenador quiere partir de la zaga «y hacernos fuertes ahí», pero también admitió que esta circunstancia se ha unido a los «problemas para llegar arriba». A partir de ahí, subrayó la necesidad de llegar a un equilibrio mayor y «hacer más daño en ataque si queremos tener un buen año».
Por el momento el Alavés se ha quedado en dos goles a favor (ambos de Joselu) y dos en contra en las cuatro primeras jornadas ligueras. Hasta ahora con efectividad, ya que bajo esas cifras el máximo posible de puntos serían seis y los vitorianos han obtenido cinco. Ahora, por delante, el derbi en San Mamés ante un adversario que también destaca por su fiabilidad defensiva, con un solo tanto recibido en 360 minutos. «El Athletic es un equipo duro y rocoso que además tiene pólvora, será un partido complicado y más en su campo», reconoció Pons.
El Alavés prepara ya un choque de rivalidad donde, a juicio del centrocampista, «serán muy importantes los primeros minutos y los finales. Sobre todo no podemos dejar que nos hagan un gol pronto», explicó. Y es que el conjunto de Gaizka Garitano se ha mostrado firme cuando se ha tratado de mantener resultados favorables, lo que sucedió ante el Barcelona (1-0) y la Real Sociedad (2-0) en San Mamés. Un Athletic que todavía no se ha visto en desventaja en esta Liga. Pons explicó que los veteranos del equipo ya han recordado que la visita a Bilbao «es más que un partido».
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