Todos somos Alavés | Patricia García, gerente de Gasteiz On

La historia de los García arrancó en la General

Patricia García, gerente de la asociación de comerciantes Gasteiz On, tiene una segunda piel: la zamarra del Deportivo Alavés. Como si hubiera nacido con ella. En realidad, eso no es tan lejano a la realidad. La suya es una historia albiazul de toda la vida. «Mis padres se conocieron en un Eibar-Alavés», evoca. Después navegó por muchos años de alavesismo en familia hasta que un buen día su hermano Manu pasó de acompañarla en la General a lucir, con el 19 a la espalda, el brazalete de capitán durante casi una década. «Hemos tenido una situación muy privilegiada, de vivirlo de cerca», reconoce ella. Al pie del cañón palpa con interés el año en el que el Alavés puede volver a codearse con los grandes. Es optimista. «Esta temporada es de ilusión. Después de todas las dificultades del anterior hay ilusión partido tras partido. Ahora es el momento de 'a ver si toca'».

Como aficionada, pero también hermana de futbolista y miembro de una familia muy alavesista, guarda con especial cariño algunos de los momentos más recientes de la centenaria historia del Glorioso. «El ascenso a Segunda, a Primera… Son los más emocionantes». Pero no los únicos. Aunque reconoce que su hermano Manu es el que goza de una privilegiada memoria futbolera, ella también atesora momentos memorables en el archivo. Empiezan con «13 o 14 años» en la mítica General. «Con mi padre, mis tíos, mi hermano, que era muy pequeñito… Esa situación se ha trasladado a día de hoy». Ahí vivió alegrías, tristezas y varios viajes. «Sí recuerdo algún ascenso… y algún fracaso. Recuerdo ir a jugar a Barakaldo, al viejo Lasesarre. Me llamaba muchísimo la atención». Sus referentes eran deportivos.

El ascenso por el que cruza los dedos tendría un impacto mucho mayor que el mero subidón deportivo. Estar en Primera es una plataforma mayúscula de promoción para la ciudad, un escaparate desde donde recordar que la capital alavesa está sobrada de tesoros por descubrir. «Para nosotros (los comerciantes) es muy importante». Por algo el balompié es el deporte rey. «El fútbol atrae gente, hay turismo vinculado al deporte muy continuo, un fin de semana tras otro», percibe. Y eso, sobre todo, «deja dinero en la ciudad: en hoteles, restaurantes, comercio…». Desde la grada, cómo no, empujará por ese doble interés personal y profesional.